PIEZAS DE AUTORES EUROPEOS Y MEXICANOS La OCBA celebrará a las madres
El programa, conformado por "obras que poseen un sentido tierno y cálido", dice el director invitado Rodrigo Sierra Moncayo
En mayo de 2014, Astrid Cruz González participó en las audiciones para ocupar una plaza en la Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCBA). La violista contaba entonces con cinco meses de embarazo, lo que en ningún momento consideró un impedimento para competir, en igualdad de condiciones, con otros músicos.
Egresada de la Escuela Superior de Música, ese día Astrid estaba más preocupada por la audición que por el bebé que llevaba en el vientre, comenta en entrevista durante un rece- so de su ensayo matinal en el Centro Cultural del Bosque. “Desde que empecé a dedicarme a la música, hace 11 años, no he soltado la viola, por lo que se me hizo de lo más natural hacer la audición embarazada. Hasta recuerdo que el jefe de personal me dijo que mi hijo traía su torta bajo el brazo”, dice entre risas, al recordar esta frase que significa que un nuevo ser trae buena suerte.
Actualmente la violista tiene dos hijos y la música ha sido parte de su existencia desde que habitaban en el vientre materno. “Se movían cuando ensayaba o tocaba en los conciertos. De hecho se movían al ritmo de la música, y para mí era muy curiosa esa sensación, porque cambiaban si las melodías eran tranquilas o más movidas. Ya fuera fuerte o piano, el movimiento de los niños sí cambiaba. Y ahora que tienen tres y siete años les encanta la música, como que la llevan muy dentro de ellos”.
Astrid participará en el concierto especial con el que la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, dirigida por Rodrigo Sierra Moncayo, celebrará el Día de las Madres el próximo jueves a las ocho de la noche en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. El programa que incluirá obras de Sibelius, Elgar, Moncayo, Dvorák, Ponce, Ruiz Armengol y otros, se repetirá el domingo a las 12 horas en el Conservatorio Nacional de Música.
Sobre este programa especial, la violista comenta que se trata de obras que, “en algunos casos, fueron compuestas específicamente para mamás. En este sentido están, por ejemplo, Canciones que mi madre me enseñó, de Antonín Dvorák, o Perdona madre, de Sánchez Uribe. Sin embargo todas las piezas te hacen sentir bien”.
Cruz González comenta que de cuatro mujeres en la OCBA, dos son madres, ella y la violinista Vera Koulkova. Curiosamente, los hijos de Vera son de la edad de la violista, por lo que se ha establecido un afecto muy especial entre ellos. “Es una sensación muy agradable estar en la orquesta, porque es como estar en una familia, en la que todos nos preocupamos por todos”, señala Astrid.
Nieto de José Pablo Moncayo, Rodrigo Sierra Moncayo explica que el programa que dirigirá “es bastante variado, con música de compositores europeos y mexicanos”. En el caso de Canciones que mi madre me enseñó, que forma parte del ciclo de Canciones de gitanas, el director indica que se trata de “una obra muy nostálgica, un poco por la nostalgia por la madre biológica, pero también por la madre tierra”.
No es que todas las obras tengan necesariamente una relación anecdótica con la madre, agrega, “pero al armar el programa se pensó en que sí tuvieran una cierta calidez y que pertenecieran, algunas de ellas, a algún periodo romántico europeo y un poco a la primera parte del siglo XX mexicano. Se trata de obras que poseen un sentido tierno y cálido”.
Si algo une a las piezas es el pathos de la música, más que las tendencias de los compositores, afirma Sierra Moncayo. “Por ejemplo, hay una pieza de Mario Ruiz Armengol, que más bien tiene un sentido romántico, no tanto maternal, pero resulta una música muy bella que encaja perfectamente en la tónica del concierto”. m