Primer senador en dejar al PRD por Morena evita calificaciones y enfrentamientos; dice emprender una campaña con ánimo propositivo para retomar las ganas de trabajar e invertir en la entidad, que vive una gran crisis
El que fue el
Adán Augusto López Hernández es uno de los tabasqueños más cercanos a Andrés Manuel López Obrador y prueba de ello fue su renuncia al PRD: el primer senador en abandonar la bancada de ese partido en la época fundacional de Morena. Hoy es candidato a la gubernatura de la tierra natal del aspirante presidencial.
En 2006 y 2012, López Obrador arrasó con sus contrincantes en Tabasco, y en la última, hace seis años, logró llevar a un muy cercano suyo, Arturo Núñez, a arrebatar la gubernatura al PRI. Hoy Núñez y López Obrador mantienen un profundo distanciamiento político.
Lo contrario ocurre con López Hernández, senador con licencia, notario público de gesto duro, pero simpático al hablar. Aunque parece que difícilmente sonríe, sus cercanos aseguran que lo hace con frecuencia, más ahora que las encuestas lo ubican a él y a López Obrador como los favoritos en la entidad.
Como sucede con muchos perredistas y morenistas conversos, el candidato también formó parte del PRI, donde incluso en 2000 coordinó la campaña del ex gobernador Manuel Andrade, quien en esta contienda busca ser senador por el tricolor. López Hernández es además cuñado del ex senador Rutilio Escandón, candidato de Morena al gobierno de Chiapas.
El sureste del país representa para Morena una posibilidad de triunfo en tres estados por la fuerza electoral que ha mostrado López Obrador y el crecimiento regional del partido y de los candidatos en competencia. Eso lo tiene claro López Hernández, cuya imagen de campaña es una fotografía junto al aspirante a la Presidencia, ambos sonrientes.
Adán Augusto sostiene que el triunfo de AMLO en Tabasco es indiscutible y representa una oportunidad histórica que no se volverá a presentar. Admite que el PRD no pudo estar a la altura de los problemas de la entidad, pero evita criticar la gestión de Arturo Núñez, de quien también fue colaborador en la época en la que todavía no existía Morena.
“Tabasco vive una grave crisis, es como si nos hubieran caído las siete plagas y los tabasqueños no sabemos ni cómo, y eso ha provocado mucho desánimo”, destaca en entrevista con MILENIO.
A diferencia de sus adversarios, no presume “blasones heredados” ni cree que Tabasco tenga que ser un legado, pues entre su familia no hay ex gobernadores. Y es que Gerardo Gaudiano, el candidato perredista, es nieto de Leandro Rovirosa y la priista Georgina Trujillo es hija de Mario Trujillo. Andrés Granier dejó una grave crisis de salud, ¿seis años después persiste? Claro, basta ir a los centros de salud, a los centros regionales. En algunos hay médicos, pero la constante es que no hay medicinas, que perdimos la cadena de distribución de medicamentos que por años era parte de nuestro orgullo del sector público y va a ser muy difícil recuperar eso, aunque creo que lo podemos lograr.
Hay que realizar ajustes y reordenar administrativa y financieramente el sector, creo que podemos a corto y mediano plazos recuperar la dinámica. Al final de la anterior administración hubo una grave crisis y no se ha podido echar a andar ciento por ciento este sector en las comunidades. Hay falta de medicinas y de atención especializada. ¿Se le ha quedado a deber a los tabasqueños? Yo no voy a hacer una campaña calificando, los tabasqueños tienen su particular impresión de las cosas; yo veo hacia adelante, vengo en un ánimo propositivo y no quiero voltear para atrás porque entonces vamos a caer en la dinámica que los tabasqueños hemos sufrido en los últimos años, en los últimos sexenios, que es el enfrentamiento político. Al contrario, vamos a ver para adelante y vamos a retomar las ganas de trabajar y de invertir en Tabasco. En este ánimo propositivo, ¿no hay descalificaciones para Arturo Núñez? El gobernador, en el tiempo que manteníamos comunicación, fue respetuoso conmigo y fue recíproco, y él tuvo un papel que le tocó dar en un momento de la historia de Tabasco y serán los tabasqueños quienes emitan su juicio. Para Morena, Tabasco tiene un especial simbolismo. ¿Habrá aquí efecto Andrés Manuel como en 2006? Es indudable que Andrés Manuel nos ayuda a todos, no solamente en Tabasco, a todos los candidatos que compiten por las nueve gubernaturas; en el caso de Tabasco conocemos el compromiso de Andrés con su tierra y estamos seguros de que esta oportunidad histórica no se nos va a volver a presentar y no la vamos a desaprovechar.
Andrés Manuel va a hacer mucho por Tabasco y es el empujón que necesitamos para reinsertar a la entidad y al sureste en una dinámica de crecimiento nacional. El sureste ha sido particularmente olvidado por la Federación. ¿Con Andrés Granier quedó sepultado el PRI en Tabasco? Yo no sé si quedó sepultado, porque sería entrar en una calificación, pero los tabasqueños aquí siempre hemos actuado con mucha pasión. El PRI está presente, pero no el PRI que conocimos en las épocas de Madrazo o 40 años atrás... no creo que esté sepultado. ¿Hay un éxodo importante de priistas y también de perredistas hacia Morena? Sí, claro, hay muchos, como también ha habido algunos que a raíz de la selección de los candidatos de Morena, dos o tres, prefirieron irse al PRI o al PRD, pero creo que son muchos más los que se han sumado a Morena.
Aquí priistas y perredistas, todos estamos conscientes de que es la oportunidad de Tabasco, por eso aquí seguramente Andrés Manuel tendrá una votación histórica. En Morena hay inconformidad por todos los que han brincado de otros partidos y se sienten hasta invadidos.
Morena es un partido abierto, generoso e incluyente y los compañeros entienden que más allá de militancias pasadas hay una suma importante que nos fortalece; desde luego que el llamado es para que vengan a apoyar, a trabajar. m