Cae dinamismo en el sector constructor
Es probable que la incertidumbre electoral derive en depreciación del peso: Banorte
Al cierre de marzo, el sector de la construcción contenido al interior del índice de la actividad industrial registró un retroceso de 0.7 por ciento. Esta cifra representa el avance más bajo desde noviembre del año pasado, cuando presentó una disminución de 1.7 por ciento. Asimismo, el índice de la actividad industrial se mantuvo sin cambios tanto en su tasa anual como mensual, de acuerdo con cifras desestacionalizadas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Al interior del índice, el que tuvo menor avance fue el rubro de edificación, con una variación negativa de 3.2 por ciento, la más baja desde abril de 2017, cuando fue de 8.1 por ciento. La construcción de obras de ingeniería civil disminuyó 1.7 por ciento, el mayor retroceso desde septiembre del año pasado, cuando fue de 6.2 por ciento.
En contraparte, los trabajos especializados para la construcción avanzaron 4 por ciento que, cabe mencionar, es el mayor en medio año.
En su comparación anual, marzo cerró con un avance de 0.1 por ciento, el más bajo desde el retroceso de 4.7 por ciento de noviembre de 2017.
Por otro lado, el índice de la actividad industrial se mantuvo sin cambios tanto en su tasa anual como mensual. A su interior, las industrias manufactureras avanzaron 2.1 por ciento mensualmente. En cambio, la generación transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final cayó 4.3 por ciento; la minería lo hizo en 1.5 por ciento.
Grupo Financiero Banorte consideró que la incertidumbre en torno al proceso electoral que se llevará a cabo en nuestro país el 1 de julio probablemente se verá reflejada en una depreciación de la divisa mexicana durante el segundo trimestre del año. “Ello implicaría una mayor demanda externa por productos mexicanos, lo cual tendrá un efecto positivo en la producción manufacturera mexicana”, informó.
Respecto a la construcción, se espera que el mayor dinamismo durante los primeros tres meses del año continúe, derivado del mayor gasto gubernamental de las entidades federativas y municipios que detonará el proceso electoral de este año, el cual se verá reflejado también en un crecimiento de los proyectos de infraestructura.
En contraste, “es probable que la incertidumbre respecto al panorama político genere una fuerte desaceleración en los flujos de inversión privada destinada a la construcción”, finalizó.m