Los niños, permeados por la circunstancia electoral: Villoro
“En la literatura aún se puede ejercer la magia”, dice el escritor, quien mañana hará una lectura en atril de su libro junto a varios actores
La bibliografía de Juan Villoro se nutre de títulos escritos en diferentes géneros y con atención a distintos lectores. No es rara, entonces, su faceta como autor de libros para niños y jóvenes; incluso en Ediciones SM son ya varias las obras que le han publicado, como El taxi de los peluches, La gota gorda, La cancha de los deseos y Cazadores de croquetas, a los que ahora se suma El hámster del presidente, de nuevo una historia en la que plasma sus preocupaciones de adulto aunque con un estilo dirigido al lector infantil. “Cuando uno escribe para niños, lo más importante no es decir qué deben leer, sino qué quiero contarles yo. Lo más significativo de un autor infantil es que pueda ponerse en personaje y establecer un contacto horizontal con la mente infantil, no desde una actitud impositiva, vertical, que le diga ‘yo te voy a enseñar pedagógicamente’”.
Ilustrado por Luis San Vicente, el libro, publicado en el sello de literatura infantil El Barco de Vapor, apuesta por demostrar que no basta con quejarse cuando algo no está bien, sino que hay que participar para poder cambiarlo. Su escritura estuvo pensada, desde un principio, para este periodo electoral, con la idea de responder a preocupaciones que, seguramente, los niños encuentran en su vida cotidiana, a decir de Villoro.
El hámster del presidente busca contar una historia vinculada con el presente, pero al final es una reflexión que va por diferentes caminos: está la vida política, pero también el trato a los animales e, incluso, la responsabilidad de los adultos con respecto a la alimentación de los pequeños, en particular por los dulces, “una reflexión necesaria en el país que tiene uno de los más altos grados de obesidad infantil en el mundo: son buenos los dulces porque endulzan la vida, pero debemos tener una responsabilidad al respecto. “Además, el enigma de elegir con responsabilidad es algo muy útil para todos nosotros y eso es lo que traté de hacer en el cuento, al unir estos intereses que tengo como adulto, pero pensados en la plataforma y en el horizonte de los niños”.
Para Villoro, en un mundo imperfecto, que está mal hecho y que nos queda a deber, mediante la literatura aún se puede ejercer la magia y la imaginación, mucho más en la dedicada a los niños y jóvenes, porque permite establecer un contacto con nuestra propia infancia. “Ahora los niños están siendo permeados por la circunstancia electoral: ven que sus papás apoyan a un candidato, al que odian los papás de sus mejores amigos. Por eso me interesó unir dos temas que me parecen serios, pero a nivel de lo que puede interesar a un niño: sus gustos, sus pasiones, sus tentaciones, sus propios defectos. Es fundamental hacerlos intervenir de manera directa, en este caso mediante un elemento que está en su universo, como una mascota”.
Al final, El hámster del presidente tiene un deseo muy claro: ser lo suficientemente útil para contribuir en el futuro a que tengamos elecciones diferentes, porque aparece en una campaña electoral “de la que muchos de nosotros estamos decepcionados. Pero no debemos perder la ilusión de que las cosas pueden ser distintas en el futuro y pensar que podemos tener una democracia más perfecta”, expresó Villoro.
Con el acompañamiento de Tiaré Scanda, Lalo España y Francisco Rubio, Villoro ofrecerá una lectura en atril de la novela este sábado, a las 11 horas, para seguir con una firma de libros, en el Museo Casa del Risco, Plaza de San Jacinto 5 y 15, San Ángel. m