Crítica a lo nuevo de 13 Reasons Why en Netflix
Por lo que más quiera en la vida, a partir de hoy no se vaya a perder la segunda temporada de la serie 13 Reasons Why en Netflix.
¿Por qué? Porque aquí está pasando algo profundamente admirable.
Mire, yo no sé si usted haya visto la temporada uno de esta maravilla de la televisión estadunidense, pero hay algo que le tengo que decir, sin venderle trama:
Todo lo que miles de personas vimos en todo México y alrededor del mundo era una historia redonda, algo que comenzaba y acababa ahí.
Por más que uno le hubiera buscado, no había manera de continuarla, de alargarla, de inventarle una temporada dos.
Bueno, los señores de contenidos de Netflix son tan geniales que no solo se inventaron una segunda temporada genuinamente perfecta, mejoraron lo inmejorable, catapultaron este concepto hacia niveles muy superiores.
Ahorita le digo de qué trata esto. Quiero que aprecie la importancia de este proyecto.
13 Reasons Why nació como una muy humilde serie de televisión, como una producción original de Netflix más, con todo lo que esto implica a nivel valores de producción, pero sin nada como para volverse loco de felicidad. Era una historia juvenil. Punto. ¡Pues qué cree! Esta muy humilde serie de televisión, por los conflictos que trataba y por su cálida manufactura, se convirtió en un fenómeno social global.
Gracias a 13 Reasons Why, un montón de familias, en los rincones más insospechados del planeta, se unieron y empezaron a hablar de cuestiones particularmente profundas que si no hubiera sido por Netflix, jamás se hubieran puesto sobre la mesa.
Para no hacerle el cuento largo, 13 Reasons Why evolucionó de mero entretenimiento juvenil a título obligado en secundarias y preparatorias, a algo demasiado grande para ser cierto.
Netflix, con este programa, ha salvado vidas. Así como se lo estoy diciendo.
¿Qué otra serie de televisión puede presumir de algo así?
¿Qué otra televisora, casa productora o sistema de distribución de contenidos en línea se ha atrevido a meterse de lleno en estos temas y ha obtenido resultados que se vean, que se sientan, que se agradezcan y reconozcan?
Por eso, el lanzamiento de la temporada dos de este show es algo más que el estreno de una serie, es el regreso de una de las campañas mediáticas de comunicación familiar más importantes de los últimos años, un acontecimiento que usted no se puede perder independientemente de que sea padre, hijo, abuelo o maestro.
¿Por qué tanto escándalo? ¿Pues de qué trata 13 Reasons Why?
En el remoto caso de que usted no lo sepa, esta es una serie sobre el suicidio adolescente.
No diga nada. Piénselo. Es en serio. Piénselo. Sucede. Sucede mucho. Casi no se menciona. No se quiere o no se puede mencionar. A nadie le gusta que se mencione.
Por si todo lo que le acabo de decir no fuera suficiente, 13 Reasons Why es una magnífica serie de televisión a nivel fondo y forma.
Uno la mira y se entretiene, se intriga, se enreda, participa, quiere ver más.
Y está muy bien hecha, extraordinariamente bien actuada. Da gusto estar ahí.
Pero volvamos a la temporada dos. ¿Qué sucede específicamente aquí? ¿Por qué comencé con tanto entusiasmo esta columna?
Por supuesto que no le voy a platicar detalles para no echarle a perder la experiencia, pero yo siento que los responsables de este concepto, aprovechando su impacto social, fueron más allá.
Ahora ya no es solo una serie sobre el suicidio adolescente, ahora es una grandiosa serie sobre eso y sobre muchos otros conflictos más que casi nadie quiere discutir, pero que tienen que ser discutidos.
Y el enfoque es tan claro, tan profundo y tan profesional que a diferencia de lo que sucedía cuando mirábamos la temporada uno, aquí tenemos a los actores de esta producción pidiéndole a los chavos que estén viviendo algo parecido a lo que viven los personajes, que hablen, que busquen ayuda, que denuncien.
Igual, no le voy a platicar estas participaciones, pero se nota que están diseñadas por enormes expertos en la materia, en comunicación con jóvenes, en contenidos educativos.
13 Reasons Why es para las series lo que las legendarias producciones didácticas de Miguel Sabido para la historia de la telenovela mexicana, un giro afortunadísimo, algo que padres e hijos debemos aprovechar.
Porque, además, hay un portal de apoyo en internet para exponer inquietudes, para encontrar respuestas.
Por lo que más quiera en la vida, a partir de hoy, no se vaya a perder la segunda temporada de 13 Reasons Why en Netflix.
Y si no ha visto la primera, ¿qué está esperando? Corra a mirarla. Sálvele la vida a alguien. Salve su vida.
A veces, en las manifestaciones más aparentemente insignificantes del entretenimiento se esconden las grandes soluciones a los peores conflictos sociales y este título lo demuestra de principio a fin. ¿O usted qué opina?