La ola pejista no anula su echeverrismo tardío
Hace mucho tiempo que he combatido al eche- verrismo; no es una “ocurrencia”. Al mismo tiempo no soy ciego ante una realidad como el fenómeno de la inmensa esperanza de millones en AMLO. No puedo ignorarlo, ni eso me conduce a tirar por la borda mis convicciones contra la ideología de la Revolución mexicana y su Estado, que considero muy perniciosos para la gente, especialmente para los de abajo. Estamos ante una posible victoria de una fuerza que restaura la ideología de la Revolución mexicana, desde ahora creo necesario combatirla y eso haré, como lo hice en su momento contra Luis Echeverría y sus intelectuales, algunos de ellos hoy en Morena.
Esta gran ola es resultado de la acumulación de varias luchas a lo largo de varios decenios. En ese sentido, tiene un contenido popular a pesar de sus propuestas conservadoras y la coalición de oligarcas y miembros de la partidocracia, muchos de ellos priistas o de los no menos corruptos del Partido del Trabajo, creado por Salinas, y el PRD, que hoy está casi completo en Morena.
Lo peor en la vida es ser indefinido. Soy profundamente comprometido con la gente de abajo, de donde soy y no he cambiado. Mi adherencia al socialismo no es por moda ni por corrección política. Tampoco soy comunista de salón. Tengo como principio ser amigo de mis amigos. Una buena parte son de Morena o simpatizantes de AMLO, de quien hace mucho tiempo dije que es el echeverrismo tardío. He recibido ataques y difamación de algunos ex izquierdistas millonarios que me acusan de neoliberal. Basta. No he decidido por quién votar. Si decido será por congruencia de amistad y propuestas. Nunca votaré por el echeverrismo tardío.
Tampoco dejaré de luchar contra cualquier amenaza a la libertad, me opongo al uso del Estado para perseguir a sus opositores, como lo hacen hoy contra Ricardo Anaya. La defensa de la libertad no se limita a los de un bando.
Creo que el triunfo inminente de AMLO será un fenómeno de gran importancia para la gente indignada contra Peña Nieto, Calderón, Fox y todo el proceso del neoliberalismo.
Todo ello no me conduce a votar por ninguna opción conservadora. Me parece que hay que construir una opción anticapitalista. M