Jóvenes profesionistas sueñan con otro México
Biólogos, arquitectos, politólogos y artistas exponen sus ideas sobre el país deseable
Las reflexiones sobre lo que se necesita para el México del futuro suelen provenir de quienes ya tienen experiencia académica y política. Sin embargo, Rafael Lemus y Humberto Beck se propusieron difundir las ideas de una nueva generación de autores para aportar “una nueva sensibilidad crítica y política. “La principal apuesta es cambiar la percepción del concepto de radicalidad”, explica Beck, “al tratar de introducir en la discusión pública mexicana el concepto de horizonte, uno crítico que a veces puede tomar la forma de escenarios utópicos, de imaginación social, de esbozos, de imágenes ideales de la convivencia. Es importante introducir esa noción porque es la que históricamente ha sido el motor de muchas de las transformaciones sociales de los últimos siglos”.
Mario Arriagada, Fernando Córdova Tapia, Alejandro de Coss, Alexandra Délano Alonso, Yásnaya Elena A. Gil, Jorge Hernández Tinajero, Gabriela Jáuregui y Estefanía Vela Barba son algunos de los participantes en el libro El futuro es hoy. Ideas radicales para México (Biblioteca Nueva, 2018), entre quienes se cuentan biólogos, arquitectos, politólogos, internacionalistas y lingüistas.
“Uno de los objetivos fue cambiar el concepto de radicalidad al hacer conciencia de la gravedad de los problemas mexicanos. Muchos de los desafíos por los que atraviesa el país son tan profundos, que lo que podría sonar radical más bien resulta urgente: en impunidad, seguridad, desigualdad… Lo que para cierta sensibilidad podía sonar exagerado o fuera de lugar, para otra resulta de sentido común”, asegura Beck, investigador posdoctoral en la Universidad de Boston.
El volumen busca aportar una nueva sensibilidad crítica y política: editores
El futuro es hoy resulta del trabajo editorial que desarrollaron Lemus y Beck en Horizontal, publicación en línea en la que se propusieron explorar alternativas a la idea del fin de la historia, “que, a pesar de tener fisuras, se ha establecido de manera más o menos hegemónica desde finales del siglo XX, y consiste en la tesis de que ya no solo no vale la pena imaginar otras formas de sociedad y convivencia, sino que es potencialmente negativo o nocivo. “Queríamos desvincular la idea de radicalidad de la noción de militancia dogmática y cerrada. Los autores pertenecen a posturas ideológicas distintas y pueden coincidir en un espectro que, en general, se puede llamar de izquierda, pero considerados individualmente representan puntos de vista muy particulares”.
Para Beck, fue deliberado escoger a autores nacidos en los años 80 y 90, porque querían distinguirse de los otros volúmenes que hacen propuestas para el país, porque “buscamos romper con lo que suele ser un monopolio generacional, de gente nacida a mediados del siglo pasado, quienes suelen ser las voces que más se escuchan cuando se habla de propuestas. “Al mismo tiempo, queríamos introducir deliberadamente esta dimensión radical, utópica, imaginativa, que provenía de un horizonte de referencias para imaginar estos problemas nacionales y dar espacio a las propuestas alternativas que ambicionan crear otras imágenes de la sociedad”. m EL FUTURO ES HOY