ESTRATEGIAS PARA GANARLE A ALEMANIA
México enfrenta a uno de los equipos más poderosos del mundo (que no es Odebrecht) y tendrá que echar mano de todos sus recursos para jugar al menos un cuarto partido. Estos son nuestros consejos
Llevar dos balones
Mientras todos están concentrados siguiendo el balón oficial, un jugador nuestro puede estar cerca de la portería contraria y cuando se descuide el arquero contrario, ¡madres! ¡Gol de México!
Tarjeta blanquiazul
Cuando a un jugador nuestro le saquen una tarjeta roja o amarilla, que nuestro jugador saque una tarjeta con el encabezado de un periódico acusando al árbitro de actos de corrupción (con datos falsos, of course).
¡Fiesta!
Con el pretexto de limar asperezas antes del encuentro, hay que invitar a nuestros hermanos germanos unas chelas con unas escorts. Como nuestro equipo está entrenado para el desmadre, ellos llegarán tronados.
Faulear suavemente
En vez de irse descaradamente a las espinillas de un jugador delante de las cámaras, a los delanteros peligrosos hay que susurrarles al oído que se le obsequiarán tablets y tarjetas de crédito a cambio de que se hagan güeyes.
Disparo sorpresa
No se trata disparar el balón desde la cancha, sino de meter a un francotirador en las gradas, para que le dispare al portero (una bala con somnífero, para dormirlo; tampoco hay que pasarse de salvajes). Incluir al árbitro en la quiniela Antes del encuentro, hay que decirle al árbitro que se hicieron muchas apuestas a favor de México (de las que le dará un 50 por ciento) para que reemplace a sus abanderados por los que nosotros pongamos. La banca Se trata de sentar en la banca de nuestro equipo a familiares y amigos de jugadores, y del entrenador del equipo contrario, entre dos bigotones con cuernos de chivo (para que piensen si de veras quieren golearnos). Impugnar el marcador Si el resultado nos resulta adverso, apelar a la FIFA y la Fepade, argumentando que no hubo claridad en los goles y que la afición exige un nuevo recuento de goles.