Crean biobatería que se activa con saliva
La pila es de bajo costo, liviana y flexible
Investigadores de la Universidad de Binghamton del Estado de Nueva York crearon una batería biodegradable que se activa con una gota de saliva. Durante años existió la idea de esta nueva alternativa ecológica. Sin embargo, los proyectos propuestos no eran lo suficientemente potentes ni biodegradables y eran difíciles de producir. El profesor asociado Seokheun “Sean” Choi del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Computación y la profesora Omowunmi Sadik del Departamento de Química colaboraron en este trabajo, descrito en la revista Advanced Sustainable Systems.
Choi hizo el diseño de la pila mientras que Sadik pudo hacer de eso una biobatería autosuficiente. “Ha habido un aumento dramático de desechos electrónicos y esta es una manera de reducirlos”, dijo Choi. “Nuestra batería tiene una relación potencia/costo mucho más alta que todas las informadas anteriormente”.
Utiliza un híbrido de papel y los polímeros —ácido poli (ámico) y poli (dianhídrido piromelítico -p- fenilendiamina)— que fueron la clave para darle las propiedades de biodegradación, las cuales fueron comprobadas en agua, sin instalaciones especiales, condiciones o introducción de otros microorganismos.
Las estructuras de papel de polímero son livianas, de bajo costo y flexibles. Choi dijo que la flexibilidad también es un beneficio, “potenciar la mejora se logra simplemente plegando o apilando los dispositivos de polímero de papel flexibles”.
Además, es alimentada por bacterias al construir células de combustible microbianas con células exoelectrogénicas inactivas, liofilizadas, que generan energía a los pocos minutos de agregar saliva.
El equipo dijo que producirlas es sencillo y el material permite modificaciones según la configuración que se necesite. m
Los movimientos de las empresas de comunicación para ubicarse o reubicarse de la mejor forma posible dentro del ecosistema mediático generado por la convergencia digital parecen no tener límite; las combinaciones pueden ser muchas: medios que nacieron analógicos y hoy son considerados “tradicionales” buscan salida para sus contenidos por medio de plataformas digitales; pero también ocurre lo contrario: medios que “nacieron digitales” buscan utilizar plataformas tradicionales. La búsqueda de “salidas digitales” por parte de medios tradicionales ha sido mayoritaria hasta el momento pero el fenómeno inverso parece incrementarse. Es el caso de Netflix, la OTT que revolucionó la forma de consumir películas y otros productos audiovisuales antes solo asequibles en televisión y cine. Hace unos días se hizo público el acuerdo firmado por esa empresa y Sirius XM —una compañía dedicada a la transmisión de radio restringida vía satélite— para crear un canal de audio especializado en comedia en el que los contenidos serán aportados por Netflix y la distribución, a través del espectro radioeléctrico, por su socia.
La oferta de dicha plataforma incluye una gran cantidad de shows protagonizados por comediantes especializados en el género llamado stand up y la firma estadunidense quiere darle a esa producción una salida adicional. Ésta será a través de audio en Sirius XM y estará en operación a partir de enero de 2019 en Estados Unidos y Canadá. Netflix pretende ingresar también a otro medio tradicional: la exhibición de películas en salas cinematográficas. Intenta comprar alguna de las empresas que manejan salas de cine que son operadas a través de suscripción: mediante cuota de 10 dólares al mes se tiene derecho a acudir a la sala cinematográfica una vez al día.
Entre las empresas que operan con este esquema están Landmark Theatres, Movie Pass y la cadena AMC, todas en Estados Unidos. Movie Pass, sin embargo, anunció hace algunas semanas que iniciará operaciones en América Latina durante 2019. Netflix quiere entrar al negocio y ha invertido mucho dinero en producción de películas originales, se calcula que solo en 2018 lanzará 80 títulos con presupuestos chicos, medianos y grandes; por ejemplo Bright, protagonizada por Will Smith, costó 90 millones de dólares y The Irishman, a estrenarse en 2019, dirigida por Martin Scorsese, con Robert De Niro y Al Pacino a la cabeza del elenco rebasará los 100 millones. Al parecer, Netflix considera que llegó el momento de buscar otras plataformas de exhibición para sus películas. En primer lugar, tiene el deseo de ganar un importante festival cinematográfico por todo lo que implica en términos de prestigio. Recordemos que dos películas suyas quedaron fuera del concurso Cannes en 2017, debido a que no fueron exhibidas en salas cinematográficas.
Pero también está, por supuesto, el factor económico: la posibilidad de llegar al nicho de consumidores que siguen disfrutando el viejo ritual de asistir a una sala de cine en lugar de consumir películas en su móvil, computadora o pantalla hogareña. Las “combinaciones inter plataformas” continuarán en la industria de la comunicación y el entretenimiento porque los medios tradicionales tienen la virtud de la cobertura masiva inmediata, pero sus contenidos pierden vigencia una vez transmitidos, mientras que los contenidos de medios digitales, aunque permanecen indefinidamente en la red con la posibilidad de ser consultados cuando se desee, corren el riesgo de pasar desapercibidos entre los millones de videos, audios y textos que diariamente son subidos a ella. m