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Los hechos ocurrieron la noche del 8 de marzo de 2017 en Moscú, Rusia. Dmitry Luchin, de 21 años, llegó a la casa de su novia, Olga Budunova, de 45, a charlar y a tomar algunas cervezas. Así celebrarían el Día Internacional de la Mujer.
Cuando Olga anunció que se iría a dormir, algo se activó en la cabeza de Dmitry y decidió dar por terminada la fiesta de forma definitiva.
El joven esperó un rato, y al escuchar que Olga respiraba acompasadamente, se acercó a ella con un cojín, que colocó en el rostro de su novia y presionó por varios minutos.
Olga despertó sobresaltada, aunque, extrañamente, solo continuó acostada en la cama, sin entender qué había sucedido, mientras que Dmitry encendió un cigarro, salió de la habitación, se sentó en una silla a descansar y fumó, reflexionando en qué había fallado.
De forma repentina, Dmitry se levantó, vació una botella de vino y regresó por Olga, a quien golpeó en la cabeza “unas 25 ocasiones” hasta que la mujer murió.
De acuerdo con declaraciones de amigos y conocidos, Dmitry era un individuo sano, con “la inteligencia de un filósofo” (esto lo señaló el propio asesino) y le gustaba la poesía. Por cierto, durante su confesión, el individuo explicó que mató a Olga para “encontrar la inspiración” que la lírica le demandaba.
Pero había algo más que el gusto por la poesía: Dmitry Luchin se obsesionó con el canibalismo después de leer el caso de Jeffrey Dahmer, El Caníbal de Milwaukee, que violó, asesinó y desmembró a 17 adolescentes y adultos varones entre 1978 y 1991. Con algunos cuerpos practicó el canibalismo.
Asimismo, el joven ruso estaba suscrito a una página web llamada Mundo de Maniáticos y Asesinos Seriales.
Después de asesinar a Olga, Dmitry remojó con sangre su dedo y dibujo una señal diabólica en una de las puertas del apartamento. Deseaba conjurar al diablo. Esperó unos minutos, y al ver que aquél no se presentaba, fue por un hacha de cocina.
Comenzó a golpear la cabeza de la mujer hasta alcanzar el cerebro. Cortó un trozo del órgano, lo colocó en una sartén, lo frió y lo devoró. “Me gustó su sabor”, señaló. Fue por un trozo más y repitió la acción.
Para acompañar su platillo, el hombre llenó un vaso de vidrio con sangre de su víctima y la saboreó a sorbos.
Dmitry Luchin no ha explicado por qué asesinó a Olga. Por qué el odio hacia ella, porque solo un individuo que odia a las mujeres es capaz de abrir en canal el cadáver de su amante, extraerle los órganos, insertar una botella en la vagina y mutilarle las orejas.
Después de asesinar a Olga Budunova, Dmitry permaneció unas seis horas en el departamento de la mujer. Se aseó y antes de salir cogió una tablet, un bote de espray para el cabello y 150 rublos.
Cuando las autoridades ingresaron al departamento de Olga quedaron sorprendidas por la saña del asesino para acabar con la vida de la mujer. Una de las orejas de Olga estaba en el tazón de la comida del gato y la otra en la boca de la víctima.
Uno de los policías que participó en el caso indicó: “Es la cosa más espantosa que alguien pudiera imaginar”.
En su confesión, Dmitry explicó también que asesinó a Olga “solo por placer sexual”.
Para uno de los abogados del caso, Dmitry Luchin es un fan de Jeffrey Dahmer mas no un copycat, “ya que no imitó paso a paso la actuación de El Caníbal de Milwaukee, solo siguió el ritual homicida de Dahmer, incluso convirtiéndose en un asesino y un caníbal”.
Tras el examen psiquiátrico de rigor, los especialistas determinaron que Dmitry estaba legalmente sano, por lo que podía enfrentar el juicio.
Dmitry Luchin fue acusado de asesinato y profanación de cadáver, por lo que fue sentenciado a prisión de por vida. m