Milenio

Sin EMP, un monstruo (o un loco) podría matar a AMLO…

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El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, reiteró el jueves que no permitirá que miembros del Estado Mayor Presidenci­al (EMP) lo cuiden. A pesar de que se trata de uno de los más delicados asuntos de seguridad nacional (proteger a quien encarna el Poder Ejecutivo, a quien representa la Presidenci­a de la República, como sucede en cualquier democracia y hasta en las dictaduras), se rehúsa a que lo resguarden militares adiestrado­s y capacitado­s… justamente para eso.

Está en su derecho de tomar las decisiones que quiera, para eso lo eligió 53 por ciento de los votantes, pero hace muy mal: nadie mejor que el EMP para garantizar la integridad del jefe de Estado: nunca un presidente mexicano ha sido herido, salvo aquel golpe en la cabeza que el 14 de marzo de 1975 le propinaron en la UNAM al imprudente Luis Echeverría.

López Obrador no argumenta su decisión, no la razona, no convence. Solo dice “son otros tiempos”. ¿Qué significa eso? Nada. ¿Qué tiene que reclamarle al EMP? ¿Tiene registrada alguna deslealtad del EMP hacia algún presidente mexicano, digamos de 1942 a la fecha? ¿Cree que alguien del EMP lo puede traicionar? ¿Por qué no confía en el EMP?

Declaró el jueves: “Respeto mucho al Estado Mayor, de ninguna manera quiero faltarle al respeto, es una institució­n que se ha mantenido por muchos años. Sin embargo, son otros tiempos…”. Hombre, pues tal vez alguien entre sus cercanos pueda hacerle entender… que ya los ofendió, los agravió. No me lo ha dicho ningún miembro del EMP, pero asumo que así es. Los militares del EMP son institucio­nales y acatarán la decisión, pero hasta ahora parece un berrinche, un motín emocional, una falta de respeto, un acto de temeridad que atenta contra la estabilida­d del país, aunque suene rimbombant­e la frase.

La semana pasada López Obrador dijo que en lugar de los más de 6 mil elementos del Estado Mayor, opta… por una ayudantía de 20 ciudadanos, que le dará una “protección mínima”. Caray, podría quedarse con 100 miembros del EMP y ahorrar mucho dinero, si quiere, pero… 10 mujeres y 10 hombres sin preparació­n en seguridad? Dijo que lo van a cuidar profesioni­stas que serán… “abogados, médicos, ingenieros”. Como lo leyó. Literal.

Ah, e informó… que no portarán armas. Asumo que lo cuidarán con la bendición del espíritu santo repartida por el PES. Si un día, luego del 1 de diciembre, Dios no lo quiera, el gobierno federal hace un decomiso y el jefe de plaza del cártel afectado enloquece, como suelen enloquecer todos los capos mexicanos (violentos, sanguinari­os, monstruoso­s), y paga a un comando o a un sicario para que vaya y le meta un tiro al presidente, que llegó de visita a su ciudad en una nave de Aerobús, Volaris, Interjet o Aeroméxico, a ver cómo lo defienden los de su “ayudantía”: imagino que con su morenista pecho detendrán las balas.

AMLO dice que también lo cuidará “el pueblo”. Al igual que Enrique Peña Nieto y su gobierno, que pecaron de soberbia, López Obrador no entiende… que no entiende. No entiende que miembros del “pueblo” torturan, ejecutan, despedazan y disuelven cadáveres en este país. No entiende nada de los monstruos que pululan por aquí.

La gente sensata que rodea al Presidente electo (mujeres y hombres coherentes, y no pocos), tiene el deber de hacerlo rectificar ya: cada día hay gente que se le acerca y se le mete por la ventanilla del coche sin que nadie lo evite, y en cualquier momento, como sucedió el sábado pasado, se aproxima un loco amenazante… M

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