Hallan brasero con figuras de Tláloc en Valle de Chalco
A la pieza son asociados un par de cráneos de infantes de dos años
Un grupo de expertos del INAH localizaron un brasero con representaciones del dios de la lluvia, Tláloc, en la Ex Hacienda de Xico, en el municipio de Valle de Chalco, Estado de México.
La pieza, que se calcula data del año 650, al igual que el registro de arquitectura vinculada con un grupo de élite venido de la gran metrópoli, refiere que Xico fue un centro urbano con un complejo sistema político-administrativo.
El INAH recordó que las tareas de salvamento arqueológico que lleva a cabo desde 2015 en ese lugar, revelan que mientras los grupos locales tenían sus casas y talleres de trabajo en la ribera, los espacios de habitación y estructuras de orden religioso de la élite se encontraban en un promontorio sobre el que siglos más tarde se desplantó el casco de la hacienda de Iñigo Noriega.
El arqueólogo responsable del proyecto, Gustavo Rangel Álvarez, explicó que el sector frente a la casona es donde se ha identificado la presencia de grupos de élite que controlaban a aquellos asentados al norte, en las inmediaciones del lago. “Ahí se localiza un área habitacional donde grupos de un estrato menor enterraban a sus muertos de una forma sencilla al interior o exterior de las viviendas, y sostenían a esa minoría mediante la obtención de recursos lacustres que eran tanto para consumo interno como foráneo”, apuntó.
Al frente de la excavación que da a la fachada de la ex hacienda, Ulises Ortiz Hernández indicó que a lo largo de esa unidad se han registrado una serie de entierrosofrenda de distintas temporalidades, como un incensario.
Explicó que a ese tipo de piezas se les denomina braseros tipo teatro, integrados por la base bicónica, la campana, la chimenea, un personaje central (que podría ser el retrato del individuo fallecido) y un marco con representaciones que flanquean al mismo.
La pieza mide 50 por 40 centímetros; presenta al personaje central custodiado por dos representaciones de Tláloc, que luce sus características anteojeras y sostiene su cetro en forma de rayo.
El incensario fue depositado para clausurar de forma simbólica una estructura, posiblemente cuando una generación del grupo dirigente, vinculado a Teotihuacán, concluyó un ciclo. Esto debió acaecer en la transición de las fases Metepec y Coyotlatelco, alrededor de 650.
Al brasero estaban asociados un par de cráneos de infantes de entre uno y dos años de edad. m