Estudio apunta a que el glaucoma es autoinmune
Un análisis en ratones revela que las células T son las que en realidad causan el padecimiento
“Esto abre un nuevo enfoque para prevenir y tratar ese mal”: Jianzhu Chen, autor del hallazgo
El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y el Hospital Massachusetts Eye and Ear (Estados Unidos) descubrieron en un estudio con ratones que el glaucoma, enfermedad que daña el nervio óptico del ojo y hace perder visión, puede ser en realidad un trastorno autoinmune.
La investigación, que se publicó en Nature Communications, reveló que las propias células T del cuerpo son responsables de la degeneración de la retina progresiva que se observa en el glaucoma. Además, estas células parecen estar preparadas para atacar a las neuronas de la retina como resultado de interacciones previas con bacterias que normalmente viven en el cuerpo. “Esto abre un nuevo enfoque para prevenir y tratar el glaucoma. Es posible desarrollar nuevos tratamientos bloqueando esta actividad autoinmune”, señaló Jianzhu Chen, profesor de biología del MIT y uno de los principales autores del estudio.
Chen explicó que uno de los mayores factores de riesgo para el glaucoma es la presión elevada en el ojo, que ocurre a medida que las personas envejecen y se bloquean los conductos que permiten que se drene el líquido del ojo. La enfermedad, tal y como detalla, no se suele detectar al principio, por lo que los pacientes pueden no darse cuenta de que la padecen hasta que pierden la mitad de sus células ganglionares en la retina.
La mayoría de los tratamientos se enfocan en reducir la presión en el ojo; sin embargo, en muchos pacientes la enfermedad empeora incluso después de que la presión intraocular vuelve a la normalidad.
Para probar su hipótesis, el especialista buscó células inmunitarias en las retinas de ratones y descubrieron que, de hecho, las células T estaban allí. “Esto es inusual porque las células T normalmente están bloqueadas para que no entren en la retina por una capa que suprime la inflamación del ojo”. El estudio halló que las células T de alguna manera pueden atravesar esta barrera cuando aumenta la presión intraocular.
El inmunólogo Jianzhu Chen continuó investigando y generó una alta presión intraocular en ratones que carecían de células T y descubrió que, aunque esta presión inducía una pequeña cantidad de daño en la retina, la enfermedad no progresó después de que la presión ocular volvió a la normalidad.
Tras este hallazgo, los investigadores recurrieron a pacientes humanos con glaucoma y descubrieron que estos pacientes tenían cinco veces el nivel normal de células T específicas para las proteínas de choque térmico, lo que sugiere que el mismo fenómeno también contribuye a la enfermedad en humanos.
Una pregunta que los investigadores planean estudiar más a fondo es si otros componentes del sistema inmune pueden estar involucrados en el proceso autoinmune que da lugar al glaucoma. También analizan la posibilidad de que este fenómeno pueda ser la base de otros desórdenes neurodegenerativos. m