Nadal acabó con el sueño de Tsitsipas, a quien superó en sets corridos en el Masters de Toronto
Rafael Nadal no le permitió a Tsitsipas celebrar su cumpleaños 20 con un título de Masters 1000, en cambio, le dio como regalo algunas lecciones
La historia de Cenicienta la protagonizó toda la semana el prometedor griego Stefanos Tsitsipas, quien llegó a la final del Masters 1000 de Toronto con una semana de ensueño tras vencer primero al austriaco Dominic Thiem (número ocho de la ATP), el jueves al serbio Novak Djokovic (9), el viernes se impuso a Alexander Zverev (3), con lo que se había convertido en el jugador más joven desde el propio Rafael Nadal en 2006 en ganar a tres
Top Ten de forma consecutiva, antes de derrotar al sudafricano Kevin Anderson (6) el sábado en semifinales.
Pero lo anterior de nada le ayudó para cerrar una mágica historia venciendo a Rafael Nadal el día en que cumplía 20 años de edad. No, con Rafa se necesita mucho más que magia. El español sumó el título 80 de su carrera deportiva al ganar en sets corridos 6-2 y 7-6 (7/4).
“Creo que he jugado muy mal al final. He fallado muchos puntos... Y luego pudo pasar cualquier cosa. (Tsitsipas) es un gran jugador que seguro va a tener una gran carrera”, comentó Nadal a la televisión tras el partido. “Significa mucho. Es increíble”.
El español arranca así de manera inmejorable su preparación en pista dura de cara al próximo Abierto de Estados Unidos, del 27 de agosto al 9 de septiembre, con la quinta victoria en finales esta temporada en idéntico número de partidos.
“Si me lo hubieras dicho hace dos semanas no me lo hubiera creído. Me estaba recuperando de una larga temporada en tierra y hierba y empezar así la temporada en pista dura es muy importante. Ganar un Masters 1000 nunca es fácil, esto significa mucho”, agregó el mallorquín.
Nadal, que cuenta este año con un récord de 40 victorias y solo tres derrotas, ya había ganado a Tsitsipas en el torneo de Barcelona a finales de abril, cuando lo eliminó por 6-2, 6-1 en tierra batida.
MÁS GOLPES GANADORES, MENOS ERRORES
Este domingo parecía que la historia iba a repetirse con un inicio fulgurante de Nadal frente a un rival que parecía pagar la relevancia del escenario.
Así, en un abrir y cerrar de ojos, el resultado marcaba un contundente 6-2 para el español, con las ideas claras y un peldaño por encima de Tsitsipas. Sin embargo, todo se complicó en el segundo. El heleno tenía una historia de película con la que había llegado a la final y se puso arriba 6-5 en el segundo set, pero tenía que romperle el servicio al español para llevarse ese parcial. Sus intentos se quedaron lejos de tener efecto en el marcador. Era muy grande la distancia entre un maestro y un pretendiente que ahora tiene el puesto de alumno.
“Ha sido una semana increíble para mí. Este trofeo significa mucho para mí después de jugar mi primera final en un Masters 1000... Esta sensación es increíble”, señaló el finalista.
El griego había asombrado durante el torneo por su madurez, salvando dos bolas de partido, pero con Rafael enfrente, fue un día para aprender.
Creo que he jugado muy mal al final. He fallado muchos puntos... Y luego pudo pasar cualquier cosa” Empezar así la temporada en pista dura es importante. Ganar un Masters 1000 nunca es fácil” RAFAEL NADAL Tenista español