La competencia peligra por firmas superestrella
A medida en que dominan sectores, el trabajador obtiene un pedazo más pequeño del pastel económico, lo que impulsa la desigualdad en su ingreso: analistas
Las empresas más grandes de Estados Unidos se llevan una participación cada vez mayor de los ingresos mientras que los trabajadores batallan por el lento crecimiento de sueldos, algo que abona que se intensifique el debate sobre si las políticas públicas tienen que responder.
Las llamadas empresas superestrellas cada vez se vuelven más poderosas en sus respectivos sectores, lo que permite que algunas aumenten los márgenes que cobran por sus productos y servicios. A medida que estas empresas rentables se vuelven más dominantes, los trabajadores obtienen un pedazo más pequeño del pastel económico, dicen algunos analistas, lo que contribuye a la desigualdad en los ingresos.
Políticos del Partido Demócrata y grupos de expertos progresistas comprenden el fenómeno: Elizabeth Warren, senadora por Massachusetts, insta a las autoridades antimonopolio a que afilen sus dientes y afirma que “la competencia está muriendo” en EU.
Sin embargo, se cuestiona la idea de que las leyes antimonopolio sean demasiado laxas. En una presentación del Departamento de Justicia de EU y de la Comisión Federal de Comercio en la OCDE en junio provocó dudas sobre algunas investigaciones en materia de concentración en el mundo corporativo, diciendo que el análisis no le daba seguimiento a mercados significativos de productos.
Los economistas cada vez están más de acuerdo en que unos cuantos grandes participantes corporativos dominan cada vez más algunos sectores. Una medida estándar de concentración corporativa —el índice Herfindahl-Hirschman— subió 48 por ciento desde 1996. En las últimas dos décadas se produjo una mayor concentración en alrededor de 75 por ciento de las industrias estadunidenses, de acuerdo con las investigaciones de académicos como Gustavo Grullon, de la Universidad Rice.
Por ejemplo, los gigantes de internet en EU desarrollaron posiciones poderosas en sus mercados. Google y Facebook controlaron en conjunto más de 58 por ciento del gasto total de publicidad digital en EU el año pasado, de acuerdo con eMarketer. Amazon está en camino de capturar casi la mitad del mercado de comercio electrónico este año, de acuerdo con el grupo de investigación, mientras que su participación en el comercio minorista total en el país, que incluye las ventas en tiendas físicas, es de 5 por ciento. Mientras tanto la atención de salud registró una serie de adquisiciones, entre ellas las alianzas de hospitales y la fusión propuesta entre CVS Health y Aetna.
El FMI publicó una investigación en junio centrada en una medida del poder corporativo, los márgenes que miden la diferencia entre los precios que se cobran y los costos de producción. Entre las compañías estadunidenses que cotizan en bolsa, éstas aumentaron en un promedio ponderado de ventas de 42 por ciento desde 1980 hasta 2016, en una posible señal de un nivel de competencia más débil. Tendencias similares se pueden ver en otros países. “Vemos evidencia de un aumento en el poder de mercado y un declive en la competencia en Estados Unidos”, dijo Daniel Leigh, subdirector de división en el Departamento del Hemisferio Occidental del FMI. “Esto se combina con señales de que la Facebook concentraron 58% de la publicidad digital el año pasado participación de la fuerza laboral va a la baja”.
Un grupo de investigadores, entre ellos David Autor, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, y David Dorn, de la Universidad de Zúrich, encontró que a medida que aumenta el peso económico de un pequeño número de empresas superestrella altamente rentables e innovadoras, el pedazo del pastel de los trabajadores se reduce.
Esto tal vez contribuyó a una caída más general en la participación de la fuerza laboral en los ingresos, algo que es particularmente notable en Estados Unidos desde inicios de siglo. Al mismo tiempo, la rentabilidad corporativa aumentó a niveles récord.
Los analistas de Goldman Sachs dicen que la creciente concentración de productos y del mercado laboral impuso una carga de 0.25 puntos porcentuales al crecimiento anual de los salarios desde inicios de 2000. Sin embargo, también señalan que el sombrío crecimiento de la productividad en EU es un problema aún mayor.
A medida que aumenta el poder de las grandes empresas altamente rentables, existe el riesgo de que la economía sufra.
Por ejemplo, el FMI argumenta que la innovación y la inversión finalmente pueden caer después de un pico inicial a medida que las industrias se concentran mucho y las grandes empresas descansan en sus laureles. “Si bien los márgenes corporativos más grandes al principio se relacionan con una mayor inversión en investigación y desarrollo, esto da marcha atrás cuando el poder del mercado se vuelve demasiado fuerte”, dijo Leigh.
Jason Furman, del Instituto Peterson de Economía Internacional, y Peter Orszag, director general de Lazard Freres, argumentan que la reducción de la competencia y la depresión del dinamismo de la economía contribuyeron a la desigualdad y al bajo crecimiento de la productividad.
Los motores detrás de la creciente concentración corporativa son difíciles de desentrañar.
Parte de la explicación podría provenir de las nuevas tecnologías que le dieron ventajas a las empresas exitosas en los mercados llamados “el ganador se lleva la mayoría”, dijo Autor. Su investigación concluye que el crecimiento en la concentración es desproporcionadamente evidente en industrias que pasan por un rápido cambio tecnológico.