Días de fiesta
La encuesta difundida hace un par de días por El Universal (https://goo.gl/dYc9mz) confirma el altísimo nivel de expectativas que ha generado el ya próximo nuevo gobierno. Resulta que el Presidente electo no solo goza de 65 por ciento de aprobación (12 puntos más que el porcentaje de votación que recibió), sino que 69% cree que el país mejorará durante su mandato. Esto es 30% más de quienes votaron por él. El optimismo es evidente; debiera ser lo mismo para con el riesgo de no satisfacer las expectativas. Sin embargo, día a día, desde la escalinata de una casona en la colonia Roma, las promesas continúan.
Mitofsky nos dice también hace pocos días que 61% del país espera que los principales cambios que se esperan del próximo gobierno sean palpables en un año o menos (https://goo.gl/Gy26N9). Se puede decir que algunos son ya evidentes; no es poca cosa, pero todos son de forma únicamente (la austeridad, el término del boato y la solemnidad de quienes hace seis años estaban en los cuernos de la Luna, en fin). Claro que hasta ahora no podría ser de otra manera. ¿Pero 365 días como máximo para disminuir notoriamente la inseguridad y desarrollar el campo? ¿Para que el combate a la pobreza tenga tanto o más impacto que el combate al narcotráfico? ¿Para que la población sin acceso a servicios de salud los tenga y para que se generen los empleos que se han prometido por doquier? Solo un “raquítico” 6% de la población cree que los resultados del próximo gobierno tardarán tres años o más en materializarse. Imposible sostener que las minorías, por el solo hecho de serlo, siempre están equivocadas...
Volviendo a la encuesta de El Universal, dice mucho de por qué el enojo con la situación actual y por tanto también apunta qué es lo que la población espera de la legitimidad democrática que ha sido conferida en López Obrador. De manera interesante, por ejemplo, la crítica al gobierno de Peña Nieto tiene que ver particularmente con distintas variantes propias de un gobierno ineficiente “que no dio resultados”: aumento de la delincuencia, del precio de la gasolina, de la corrupción. En el amplio espacio de críticas a la administración saliente, temas ideológicos como “la privatización de recursos del país” o las reformas estructurales son relevantes para 3 y 7% de la población, respectivamente. En otras palabras, la expectativa ciudadana sobre el gobierno lopezobradorista se centra en un gobierno que responda a aspectos que comienzan con las cinco vocales: austero, eficiente, incluyente, observable, universal.
Las campañas terminaron hace mes y medio. Sería recomendable que el próximo gobierno se encargara por sí mismo de ir bajando las expectativas. Ni “la guerra en Chiapas” se resolvió en 15 minutos, ni muchas de las carencias del país se irán en un plazo mucho menor de 15 años. M