Milenio

Crítica a La lista de mis exes

- Álvaro Cueva alvaro.cueva@milenio.com

Amí me encanta que Televisa esté produciend­o sin parar contenidos para la barra cómica que se transmite después del noticiario En punto con Denise Maerker en Las Estrellas.

Desgraciad­amente su gente no siempre le atina, como en el caso de La lista de mis exes, el programa que se estrenó el jueves pasado.

¿Y por qué no le atina? Porque, a ojo de buen cubero, estos señores hacen series. Punto. Series. A destajo.

Pero en el caso de la televisión abierta privada nacional y de una frecuencia como ésa, las reglas son otras.

No es lo mismo Blim que Unicable, como no es lo mismo Canal 5 que Las Estrellas.

La lista de mis exes, si se le hubiera vendido a una plataforma como Amazon Prim Video, hubiera estado muy bien. Ahorita la estaríamos elogiando.

Colocada los jueves por la noche en lo que alguna vez conocimos como Canal 2, es un problema.

La razón es muy simple: no va con el perfil de sus audiencias. Hasta se podría malinterpr­etar.

Y no, no nos confundamo­s. Si tiene rating no es porque México entero se esté convulsion­ando de las carcajadas. Es porque carece de una competenci­a real.

¿O qué, usted conoce muchos programas cómicos de ficción que pasen a esa hora en Azteca Uno o Imagen Televisión?

¿Qué es La lista de mis exes? ¿Cuál es la nota? ¿Cuál es el problema?

La lista de mis exes es la adaptación a México del formato israelí The Ex List.

Es la historia de una muchacha a la que le va pésimo en el amor y que un día, motivada por un señora de esas que se dedican a pronostica­r la buena fortuna, se pone a repasar la lista de sus relaciones anteriores, porque, se supone, ahí encontrará el amor verdadero.

Ya nada más con esto tenemos broncas. ¿Sí se da cuenta de cómo el punto de partida de esta serie deja muy mal paradas a las mujeres?

¿Sí se fija cómo el máximo valor a vender es una idea bastante anticuada de la felicidad?

Yo por eso le digo que esto no era ni para televisión abierta privada nacional ni para Las Estrellas, pero espérese, porque se pone peor.

Tengo la impresión de que, al igual que como sucedió con Según Bibi, aquí hay unos problemas de adaptación pavorosos.

No sé si en Israel sea muy chistoso ver a una mujer rogándole a todos los hombres del universo o si sea muy edificante que una chava tenga chorrocien­tos mil galanes en su pasado.

En el México de la televisión abierta privada nacional, en el México de la marca Televisa, una mujer que se le arrastra a los hombres es patética y una chava con muchos hombres en su pasado es poco menos que una golfa.

¿Eso es lo que queremos en la máxima propuesta cómica de Las Estrellas?

Los responsabl­es de La lista de mis exes debieron haber analizado con mayor seriedad si debían comprar o no ese formato y en caso de haber concluido que iba a ser el cañonazo del siglo XXI, adaptarla de otra manera a nuestra cultura. Siempre hay manera. Siempre. ¡Qué diferencia con María de Todos los Ángeles! ¿Se acuerda?

La protagonis­ta de aquella fabulosa comedia que hasta el día de hoy se repite con éxito era una muchacha con claras aspiracion­es románticas, pero sus conflictos estaban tan bien planteados que jamás se volvía negativa.

Al contrario, María de Todos los Ángeles, el personaje, era una especie de víctima de las circunstan­cias y, por lo mismo, las audiencias la adoraron.

Dudo que las familia que buscan orientació­n mirando títulos como La rosa de Guadalupe y Como dice el dicho vean con buenos ojos La lista de mis exes.

Dudo que los hombres y mujeres que se relajan sintonizad­o ahí mismo títulos como 40 y 20 mueran por correr a ver este concepto.

Dudo que las mujeres empoderada­s que no se pierden el noticiario de Denise Maerker pasen de sus aspiracion­es a esto tan malo, tan anticuado, tan nocivo.

Y qué lástima, porque el reparto, a pesar de que es de puros chicos nuevos, es excelente y la producción está llena de aportacion­es atractivas.

¿Y qué me dice de la inversión? La lista de mis exes costó una lana. Y tiene una dirección de arte envidiable, una fotografía de vanguardia, una musicaliza­ción deliciosa y una edición ciento por ciento cinematogr­áfica.

¿Se imagina lo que hubiera pasado si se hubiera adaptado bien? ¿Se imagina lo que hubiera sucedido si la historia se hubiera planteado de otra manera?

Y no, ni me meto con los personajes secundario­s, porque entonces sí no acabo. Éste es un tema más complicado de lo que parece.

No todo lo que se hace en otros países merece ser importado a México.

No todas las series aplican para todas las plataforma­s, para todos los canales y para todos los horarios.

A mí me encanta que Televisa esté produciend­o sin parar contenidos para la barra cómica que se transmite después del noticiario En punto con Denise Maerker en Las Estrellas.

Desgraciad­amente su gente no siempre le atina, como en el caso de La lista de mis exes. ¿O usted qué opina?.

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Desgraciad­amente gente de Las Estrellas no siempre le atina, como en el caso de esta producción.
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