Primera parte, cumplida
Diablos viaja a Puebla con la ventaja de 2-0 en la serie de playoffs, y hay aspectos que si los repiten podría acercarlos a la Final de la Zona Sur
Haberquedadoensegundo sitio le permitió a los Diablos Rojos contar con la llamada ventaja de localía. Esa frase muchas veces se queda solo en eso, en una frase, y no se termina reflejando en la pizarra. En el papel jugar en casa le permite al local contar con elementos externos que les favorecen y que, de una u otra forma, los ponen más cerca de la posibilidad de ganar, y la novena capitalina sí aprovechó los detalles que lo beneficiaban y viajan a Puebla con una ventaja de 2-0 en la serie.
El conjunto rojo está a la mitad del camino gracias a los triunfos de 8-4 del lunes y de 12-4 de ayer, luego de que lograron conjuntar varios elementos con los que terminó siendo superior a lo que Pericos ofreció. Ahora van a Puebla, donde están asegurados al menos dos choques, dos duelos que pueden convertirse en el pase a la siguiente etapa, claro, siempre y cuando replique algunos puntos que mostraron al iniciar esta serie.
La Pandilla Escarlata ha tenido una respuesta muy sólida de sus pitcheo de relevo al hacer uso de dos lanzadores que, normalmente son abridores, además, su ofensiva ha mantenido el equilibrio que mostró en la parte final del calendario, sobre todo cuando superaron los últimos cambios de extranjeros, al irse Alexei Ramírez y Henry Urrutia, llegando Manny Acosta y Michael Choice.
Diablos ha tenido respuesta de su ofensiva en el momento necesario, cuando han tenido gente en base. En los dos pri- meros choques pegaron hit en 11 de las 25 ocasiones en que tuvieron corredores en posición de anotar, dejando a 14 hombres en las almohadillas. Eso es lo que necesitan mantener, viniendo desde su primer bat (Carlos Figueroa que anotó ayer cuatro vez) o de Michael Choice, que produjo cinco en el duelo inicial.
Es de todos conocido que el parque Hermanos Serdán es un estadio en el que la pelota vuela mucho, por lo que el reto que enfrentan los lanzadores es mayor, convirtiéndose en una gran motivación para los bateadores, que tienen la gran oportunidad para explotar. Es evidente que los cañones rojos están más encendidos que los poblanos, que anotaron ocho veces, mientras que la ofensiva capitalina timbró 20 veces.
Es sumamente importante que la ofensiva colorada sea capaz de superar el promedio de 5.5 carreras que anotó en gira en este 2018, contando las dos campañas, ya que eso no sería suficiente para dejar atrás lo que los Pericos han hecho en casa. La novena poblana llegó al plato 6.7 ocasiones en sus juegos de local, aprovechando notablemente las características del inmueble.
Los pingos tenían muy clara esta situación y por ello decidieron que Patrick Johnson fuera su pitcher abridor para el tercer choque. Fue una apuesta inteligente la que presentó el staff de coacheo de los capitalinos al armar la rotación abridora. Envío para los dos choques iniciales a Luis Mendoza y Frankie de la Cruz, pitchers que en conjunto tuvieron una marca de 5-6, y decidieron que el estadunidense fuera el brazo con el que arrancaran la visita a Puebla.
El derecho vivió una gran campaña al terminar con un récord de 7-2, mostrando un buen dominio en patio ajeno, ya que trabajó 35 innings en los que solo le hicieron 10 carreras limpias. Ha excepción del juego frente a León, Johnson ha trabajado al menos cinco capítulos en todas sus apariciones de este segundo calendario, y es un trabajo de este tipo el que requieren para el viernes, cuando suba al montículo.
Aunque esperan que la fórmula no sea necesaria, el club pingo ha tenido buena respuesta de los brazos que habían cumpliado rol de abridores pero que han entrado a relevar, caso específico de Octavio Acosta y David Reyes. Este par de lanzadores pueden darle más de dos entradas de trabajo en caso de ser necesario, aunque realmente esa no es la apuesta que tienen.
En el duelo de ayer, los pingos perdían 4-3 cuando pasaron a batear en la parte baja de la séptima tanda, y ahí se destaparon con nueve anotaciones, en un capítulo en el que desfilaron 15 bateadores. Ahí las producciones fueron de Luis Jiménez, Emmanuel Ávia, Daniel Jiménez, Carlos Figueroa, Juan Carlos Gamboa y David Vidal.