La defensa del Estado… bien público
Los ejércitos no pueden ser de paz, algunos van a misiones que, con las armas, buscan recuperar la paz, la armonía y la gobernabilidad de un país o una región
Siguen las apuestas sobre la perspectiva de las fuerzas armadas en el próximo sexenio. La gran mayoría de los análisis al respecto es en función de tratar de comprender lo que dice López Obrador o ser los voceros de algunos de sus colaboradores, que de temas militares no tienen la menor idea.
Los ejércitos no pueden ser de paz. Algunos van a misiones que, con las armas, buscan recuperar la paz, la armonía y la gobernabilidad de un país o una región; luego entonces, los ejércitos aplican algún tipo de violencia legítima contra los contrarios, sean éstos quienes sean.
Decía el teniente coronel francés Jean Puget: “humanizar la paz me parece más lógico que tratar de humanizar la guerra”… “hasta ahora la guerra ha sido una de las soluciones en la búsqueda de la paz”.
En este esfuerzo editorial he insistido en que México no está en guerra. Tiene un conflicto terriblemente cruel y bastardo entre delincuentes, cruel y bastardo entre los gobernantes que se coluden o, bien, que no hacen nada. Las fuerzas armadas no son culpables, ni mucho menos responsables, de que los esfuerzos federales para recuperar algo de paz y armonía no hayan dado los resultados que el gobierno buscaba.
Y si no se entiende, entonces los resultados serán los mismos dentro de seis años.
Cabo de guardia
Para el general Salvador Cienfuegos, el mensaje es claro. Afirmó el pasado jueves en las instalaciones del Heroico Colegio Militar que “la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, faculta y obliga al presidente de la República a preservar la seguridad nacional y disponer de la totalidad de las fuerzas armadas permanentes, de tierra, mar y aire, para garantizar la seguridad interior de la nación y la defensa exterior de la Federación”.
Adicionalmente, recordó el general Cienfuegos, “también desempeñamos otras tareas de carácter cívico y social, que coadyuvan al bienestar de los mexicanos y tienden al progreso del país. En el cumplimiento de estas sustanciales obligaciones, nos constituimos como pilares de la defensa del Estado mexicano”.
La defensa del Estado es para los militares, en palabras del alto mando militar, un “bien público natural al que todos tenemos derecho, en todo momento y ante cualquier circunstancia.
“Bien público que debe cimentarse en capacidades económicas, científicas, industriales, culturales, de comunicaciones y militares del país.
“Bien público que el gobierno de forma responsable e ineludible, debe brindar a la ciudadanía”.
Quizá, esto sí se entienda. M