Celebran llegada del fuego olímpico
Al igual que hace 50 años, la antorcha arribó a Veracruz, como parte de los festejos por los Juegos de México 68
La Secretaría de Marina conmemoró los 50 años del arribo de la antorcha olímpica al puerto de Veracruz que sirvió para iluminar los Juegos de México 68, y ayer el fuego llegó en el buqueescuela velero Cuauhtémoc, luego de partir en Cuba.
Como hace 50 años, Eduardo Moreno recibió el fuego para sacarlo del agua después de que ocho nadadores, en relevo, lo llevaron en el mar.
Cuando llegó a tierra firme, la antorcha dio un recorrido por distintas calles de Veracruz con varios relevos, y finalmente el símbolo olímpico pasó a manos de Carlos Díaz, quien emuló lo hecho en 1968 tras encender el pebetero instalado en el Monumento a Venustiano Carranza.
“Qué bueno que este 50 aniversario se celebre y festeje a lo grande, para que las nuevas generaciones vean que con dedicación y esfuerzo se pueden cumplir los objetivos que uno se preponga”, declaró la ex nadadora María Teresa Ramírez, medallista de bronce en los Olímpicos de México.
Después de ese acto, se les dio un reconocimiento a todos los relevistas que participaron en ese entonces cuando la antorcha llegó al puerto.
La llama olímpica estará por tiempo indefinido en Veracruz, para después ser trasladada al Comité Olimpico Mexicano, donde permanecerá hasta el 12 de octubre, día en que se llevará al pebetero del estadio Olímpico Universitario.
“Harán algunas actividades aquí con la antorcha y después estará viviendo en el Comité Olímpico Mexicano, para finalmente ser llevada a Ciudad Universitaria. Estamos haciendo festejos durante todo el año y eventos con la finalidad de conmemorar estos 50 años”, dijo el director del Instituto del Deporte de la Ciudad de Mexico, Horacio de la Vega.
Hace 50 años, la ruta original de la antorcha representó el camino que realizó Cristóbal Colón cuando descubrió América. En 1968, la antorcha partió de Olimpia hacia Génova, Italia, donde nació el navegante, después llegó a España, desde donde empezó su andar hacia el Nuevo Mundo. Finalmente, la flama olímpica llegó a San Salvador.
Después, la antorcha se diri- gió al puerto de Veracruz en el buque cañonero Durango, de la Armada de México, donde llegó el 6 de octubre, y de ahí recorrió Tlaxcala, Puebla y se estacionó en las pirámides de Teotihuacán el 11 de octubre, en el Estado de México.
Al siguiente día, el fuego emprendió su recorrido hacia el estadio Olímpico Universitario, donde la velocista Enriqueta Basilio fue la encargada de encender el pebetero para así dar inicio a los Juegos Olímpicos de México 1968.