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Aun mes de que en un tuit Elon Musk sugiriera que tenía “financiamiento asegurado” para convertir a Tesla en empresa privada, el fabricante de automóviles eléctricos se enfrenta a la fría realidad de que todavía es una compañía pública: el precio de sus acciones y bonos cayó.
Los mil 800 millones de dólares de bonos de alto rendimiento de Tesla operan a casi mínimos históricos, mientras que sus acciones cayeron más de 20 por ciento desde que Musk recurrió a Twitter para transmitir su plan, ahora ha abandonado la idea de convertir a Tesla en empresa privada. Sacudido por la salida del director de contabilidad de Tesla a finales de la semana pasada, las acciones tuvieron que soportar 48 horas volátiles.
Este es un problema para el fabricante de automóviles eléctricos si tiene que recurrir a los mercados públicos, como dicen muchos analistas, en el futuro cercano. Después de ser pionera en la tecnología, Tesla también se enfrenta a una mayor competencia comercial por parte de marcas como Jaguar, Mercedes, Audi y Porsche. “Es más caro para ellos emitir acciones y es más caro para ellos emitir deuda porque la gente pierde su fe en Elon Musk”, dijo Vitaliy Katsenelson, director de inversiones de Investment Management Associates. Ese telón de fondo ayudó a que los vendedores en corto, que apuestan por una caída en el precio de
las acciones y bo-