Entre enero y agosto de 2018, aumento de 17.6% en homicidios
Fue resultado de múltiples esfuerzos diplomáticos en los últimos años, destaca la SRE
Antes de los mexicanos, solo a 11 presos se les había conmutado sus sentencias o indultado
Aseis años de ser sentenciados con pena muerte, los tres mexicanos acusados de narcotráfico en Malasia lograron conmutar la pena por cadena perpetua, una medida que se concede raras veces, confirmó la Secretaría de Relaciones Exteriores.
A través de un comunicado, la Cancillería destacó que este logro es resultado de múltiples esfuerzos diplomáticos que se realizaron durante los últimos años en que se recurrieron a diversas instancias para apelar la sentencia que los pondría en la horca.
Este jueves el Sultán del Estado de Johor en Malasia, Ibrahim Ismail Ibni Almarhum Sultan Iskandar Al-Haj, decidió otorgar el perdón a los tres mexicanos, como resultado de un largo proceso de trabajo e intenso diálogo que emprendió la SRE con autoridades federales malasias.
El Consejo de Clemencia, que encabeza el sultán, era la última instancia a la que podían recurrir los connacionales para apelar la decisión que adoptó la Corte Federal en 2012, al sentenciarlos a que murieran en la horca luego de que fueron encontrados culpables del delito de narcotráfico.
Durante este periodo, la Cancillería señaló que brindó asistencia y protección consular, entre las que destacan apoyo legal en todas las etapas del proceso, visitas consulares a los centros de detención, gestiones en favor de su salud y comunicación constante con familiares. “La SRE reitera su compromiso con la protección de las personas mexicanas en el exterior y da la más alta prioridad a aquellos casos que implican una aplicación de la pena de muerte, sin prejuzgar la posible culpabilidad o inocencia de los acusados”, aseguró.
Aparte de los tres mexicanos a quienes el sultán les perdonó la vida, el monarca ya había concedido la conmutación a 11 prisioneros, acusados de diferentes delitos.
El 23 de marzo de 2015, cuando ascendió al trono, el sultán aceptó cambiar la condena de un hombre que había asesinado a un amigo en el año 2004, cuando tenía 17 años.
Además, “aligeró” las sentencias a otros 10 convictos sentenciados a la horca, seis de los cuales estaban acusados de violaciones a las leyes de Drogas Peligrosas y Armas de Fuego, mientras que los otros cuatro estaban acusados por infracciones a la Ley de Armas de Fuego y al Código Penal.
A la mayoría se les conmutó la pena a cadena perpetua e incluso hubo quienes resultaron indultados.
La historia
El 4 de marzo del 2008, los hermanos Simón, Luis Alfonso y José Regino González Villarreal, originarios de Sinaloa, fueron detenidos en el estado de Johor por la Policía Real de Malasia en posesión de 29 kilos de metanfetaminas.
Cuatro años después, en 2012, el Tribunal Superior emitió la sentencia condenatoria que llevó a los mexicanos a un largo proceso de apelaciones; sin embargo, durante esos 10 años negaron tener algún tipo de relación con la elaboración o venta de drogas.
Incluso durante el juicio, Luis Alfonso y Simón explicaron haber aceptado la oferta para encargarse de la limpieza de una nave industrial en Joho Baru, en la que fueron detenidos.
Tras ser sentenciados, la defensa de los mexicanos se abocó a presentar una serie de apelaciones que terminaron con la confirmación de la sentencia por parte del Tribunal de Apelaciones de Malasia en el 2013.
Dos años más tarde, en 2015, la Corte Federal de Malasia, la última instancia judicial del país asiático, desestimó un recurso de apelación presentado por los hermanos González Villarreal, lo que dejó como única opción la solicitud de clemencia ante el sultán.
A lo largo de todo el proceso, los tres hermanos señalaron que se encontraban en Malasia en busca de oportunidades ante la falta de ellas en México; por lo que laboraban como trabajadores de limpieza e ignoraban que en esa fábrica se producían drogas.
Previo a su estancia en Malasia, los mexicanos habían colaborado con su familia en la fabricación de ladrillos en un barrio de Culiacán. m