LA CANDELARIA EN MÉXICO
Soma Mnemosine (El Cuerpo de la Memoria) es la obra con la que el emblemático grupo colombiano La Candelaria ha regresado a nuestro país luego de diez años de ausencia. Una creación colectiva, a la usanza suya, que pasa por la sabia mirada de una de las mujeres más admirables del teatro iberoamericano, la directora-actriz Patricia Ariza. Ella, junto con la leyenda viva que es el maestro Santiago García, fundaron y revolucionaron el teatro colombiano hace poco más de 50 años, permeando a todo el arte escénico en nuestra lengua. Así que no puede entenderse sino como un enorme privilegio el poderlos tener en Ciudad de México. Con funciones del lunes al miércoles pasados en el Teatro Orientación, aún están hoy y mañana en Ciudad Juárez, Chihuahua, en el contexto del festival que organiza la tenaz Perla de la Rosa con su grupo Telón de Arena.
La estructura de Soma Mnemosine se arma no en torno a un impulso fabular tradicional. No pretende contar una “historia” tradicional sino crear un mapa, incompleto, hecho de retazos apenas, de una patria dolorida que es la colombiana pero que en estos momentos de guerra en México nos viene como anillo al dedo, para saber por lo que estamos pasando y no vemos y se calla, para saber lo que nos espera si no ponemos el cuerpo como acto de resistencia. El cuerpo personal y el cuerpo social unidos por el dolor y la fiesta expuestos como un mosaico fragmentario, un caleidoscopio, que teje y desteje lo que ha significado y significa la tragedia de la guerra.
Carmiña Martínez, Fernando Mendoza, César Amézquita, Hernando Forero, Nohra González y la propia Patricia Ariza ponen el cuerpo para hablarnos de todos esos otros cuerpos de No Nombre, los llamados NN, de los que está repleto México que se ha convertido en una inmensa fosa común. Por ello la pertinencia de ver un trabajo teatral de una nación hermana que ha vivido más de medio siglo en una guerra atroz. Aunque acá nos empeñemos en no hablar de ello, en normalizar la barbarie a través de ignorarla, ésta no va a desaparecer cerrando los ojos. Todos los días se desaparece y asesina a alguien, todas las semanas aparecen fosas clandestinas. El teatro colombiano, de las maneras más diversas, desde la denuncia directa hasta las claves más metafóricas, ha asumido el Soma Mnemosine tema “sin sacarle el cuerpo”. En el uso de las pantallas que emplea el montaje, además, tenemos el premio de ver la última actuación del maestro Santiago García (ya muy enfermo hoy) que lanza un poderosísimo “No los perdono” a los poderosos de Colombia, a esos señores que tan buen negocio han hecho con la guerra. m