“Es urgente sensibilizar a México a través del arte”
Fuera del país no todo es Frida Kahlo; hacen falta otros apoyos
Consolidada como una de las compañías más importantes, no solo de México sino de Latinoamérica, Delfos Danza Contemporánea está en Ciudad de México para presentar ocho funciones como parte de la gira conmemorativa por sus 25 años de quehacer artístico.
En entrevista, Claudia Lavista y Víctor Ruiz, coreógrafos y fundadores del proyecto, hablan de su evolución sobre los escenarios, sus 20 años de experiencia académica, 10 años de labor social en Mazatlán y, sobre todo, de la urgencia de sensibilizar a México a través del arte. “Cuando hablas de promoción cultural hay cuatro grandes vertientes: una es la producción artística, que en México es riquísima; otra es la educación, el arte como materia fundamental en primarias, secundarias y preparatorias, lo cual tiene que regresar porque generas seres humanos sensibles, empáticos y conscientes, no solo en temas culturales. Hay valores muy elementales que se han perdido porque sacaron la filosofía de las escuelas”, comenta Lavista.
Otra gran vertiente, destaca, es el trabajo social: “Es fundamental para despertar todas esas sensibilidades, y México necesita volver a esa sensibilidad urgentemente; la otra vertiente es el turismo, el país es un lugar privilegiado que se ha visto mermado por la violencia”.
Lavista y Ruiz saben de lo que hablan: hace 20 años tuvieron la visión de dejar la capital del país e irse a Sinaloa, donde, a pesar de la inseguridad, encontraron un espacio para convertirse en una de las compañías más sólidas y destacadas. “Sinaloa es un ejemplo de lo que se está haciendo: impulsar la cultura con una visión empresarial y turística. México tiene esa posibilidad con las artes, pero se queda corto. Las embajadas, por ejemplo, no tienen recursos para los agregados culturales, hacen lo que pueden y siempre llevan a Frida Kahlo; pero México no es Frida, es un icono y lo vamos a seguir usando para abrir caminos para otros artistas … la promoción es muy importante”, expresa la también bailarina.
En ese sentido, Lavista y Ruiz hacen un llamado a las próximas autoridades culturales a cambiar la estrategia: “Esperamos que López Obrador y su equipo, a través de la Secretaría de Cultura, se den cuenta de que los apoyos a los artistas son realmente pobres. Vemos que traen espectáculos de millones de pesos o el Cervantino, pero esos recursos no se invierten en los creadores locales; ¿por qué no se hace un festival de esa magnitud con mexicanos si damos el ancho? Seguimos con el chovinismo de pensar que lo que viene de fuera es mejor”.
Sobre la labor de las instituciones, dicen: “Están para proveer las condiciones para que los artistas
Los fundadores del proyecto aseguran que el chovinismo predomina en el mundo del arte
hagan su trabajo, pero a veces las condiciones no son las mejores, en algunos casos son groseras, y eso tiene que mejorar”.
La gira de Delfos en CdMx incluye los montajes Es medianoche… Variedades nocturnas, en colaboración con Marcela Sánchez y Octavio Zeivy, de Foco al Aire, en la Sala Miguel Covarrubias del CCU los días 21, 22 y 23 de septiembre; Entre sueños y flores, coproducido con la bailarina y coreógrafa Lola Lince, del 27 de septiembre al 7 de octubre en el Teatro Sergio Magaña, y Proa, con el Ensamble Dal Niente de Chicago y el compositor argentino Tomás Gueglio, que inaugurará la 40 edición del Foro Internacional de Música Nueva el 9 de octubre. “Son tres obras muy disímiles entre sí. Queremos mostrar la diversidad que nos ha interesado desde el principio, esa visión de mudar de piel y la curiosidad de encontrar caminos para darle salida a las ideas coreográficas”, detalla Lavista.
En la primera pieza, añade Ruiz, hay una fuerte crítica a la civilización, a la sociedad del espectáculo como un medio lleno de falsedades y de ironías: hay de todo, teatro, danza, performance. Entre sueños y flores es un dueto de Lola y Claudia, “una fantasía mortuoria sobre cómo imaginamos la muerte”. “Con la última colaboración inauguramos un festival que no es de danza, cuyo programa incluye varias obras, como una que se basa en la improvisación; nos parece muy interesante ver el proceso y las decisiones que toman tanto músicos como intérpretes en vivo”, explica. m