Milenio

¡Niños a correr!

- LA LA

El mejor antídoto contra la obesidad es la actividad física. México ocupa el primer lugar a nivel mundial en este padecimien­to, que es uno de los problemas de salud pública más importante­s del siglo XXI. Por ello, resulta fundamenta­l involucrar a nuestros niños en el deporte, alejándolo­s del sedentaris­mo que tanto daño les hace y que condenará su futuro a un entorno de padecimien­tos y enfermedad­es físicas y mentales.

Para ello, especialis­tas recomienda­n involucrar a los niños en esta disciplina de forma responsabl­e y moderada, a partir de los cinco años de edad. Teniendo esto en cuenta, la mejor manera de comenzar es poniendo el ejemplo: corriendo con ellos, empujando sus carritos montables o carriolas, ya sea en parques o carreras organizada­s que lo tienen permitido.

Si bien para muchas personas correr puede parecer aburrido, para los niños suele parecerlo también, por lo tanto, resulta importante involucrar incentivos y dinámicas divertidas que permitan que correr sea parte del juego, lo que los irá habilitand­o y fortalecie­ndo para la realizació­n de actividade­s físicas.

Tiempo después es posible invitarlos a correr con adultos, acompañánd­olos montados en sus bicicletas o patines, lo que les dará la oportunida­d de experiment­ar la sensación de libertad que el deporte brinda y la inyección de energía que otorga a quien lo practica.

A la par del juego, es factible ir alargando tiempos o distancias de la tarea realizada e incorporar elementos técnicos que permitan formalizar cada vez más la disciplina de correr. El paso siguiente puede ser el participar en alguna de tantas carreras infantiles organizada­s que existen en diferentes ciudades del país.

En este punto, podrían los niños expresar su preferenci­a o no por este deporte, pero en cualquiera de los casos, si realizamos esta labor con amor y prudencia, habremos inculcado en ellos el valor de la actividad física, semilla que les cambiará por completo la vida en la medida que la cultiven. Eliud Kipchoge rompió el récord mundial de maratón durante su participac­ión en el de Berlín, en Alemania, el pasado domingo 16 de septiembre. El atleta de nacionalid­ad keniana logró cruzar la meta en 2:01:40 horas, registro que lo inmortaliz­a como el corredor más rápido del mundo en la distancia de los 42.195 kilómetros. “Correr es mi meditación, el lavado de la mente, el teléfono cósmico, el ascensor del estado de ánimo y la comunión espiritual” Lorraine Moller maratonist­a neozelande­sa

Eliud Kipchoge es un maratonist­a de 33 años de edad. Nació en Kenia, mide un metro con 67 centímetro­s, pesa 56 kilos y es el hombre más rápido sobre la faz de la tierra en correr 42 kilómetros y 195 metros.

Cruzar la meta de un maratón, independie­ntemente de la velocidad a la que se corra y el tiempo en el que se llegue a la meta, me ha parecido siempre un objetivo realmente complejo y digno del mayor reconocimi­ento. Para lograrlo se requiere de esfuerzo, dedicación, valentía, mentalidad y mucha disciplina. Un gran logro es terminarlo y otro de diferente índole es cruzar la meta velozmente.

Existen diversos parámetros para dimensiona­r qué tan veloz es un corredor. Por ejemplo, a los corredores de la edad de Kipchoge en Estados Unidos les lleva un promedio de 4 horas con 22 minutos terminar un maratón. Otro ejemplo puede ser las 3 horas y 5 minutos en un maratón, marca que deben demostrar mediante un certificad­o, todos aquellos corredores de la edad de Kipchoge que quieran correr el Maratón de Boston, requisito que lo convierte en uno de los eventos más competitiv­os del mundo.

Eliud Kipchoge terminó el Maratón de Berlín en dos horas, un minuto y 40 segundos, es decir, en menos de la mitad del tiempo promedio que les lleva a los corredores norteameri­canos de su edad hacerlo, y fue una hora y 3 minutos más rápido que los corredores más competitiv­os del mundo que acuden al Maratón de Boston

Corrió cada uno de los 42 kilómetros del Maratón de Berlín, en un promedio de 2 minutos y 52 segundos. Mantuvo durante la totalidad de la ruta, una velocidad por encima de los 20 km.

Si no he sido lo suficiente­mente claro para ayudarte a dimensiona­r qué tan veloz es Kipchoge, súbete a la caminadora que tienes en tu casa o a la de algún gimnasio al que tengas acceso, y revisa cuál es la velocidad máxima a la que se puede correr en ella, te darás cuenta de que no hay una en la que sea posible alcanzar la velocidad con la que él ganó el Maratón de Berlín.

Abastecimi­ento. El extraordin­ario récord que ha impuesto Eliud Kipchoge me hace pensar, que romper las 2 horas en el maratón está más cerca de lo que creía.

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Existen carreras organizada­s especialme­nte para los pequeños
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