De chiv@s expiatorios
Un chivo expiatorio es la denominación que se da a una persona (s) a quien se quiere hacer culpable de algo de lo que no es, sirviendo así de excusa a los fines del inculpador (Wikipedia). Bajo esta definición, que López Obrador considere a Rosario Robles un chivo expiatorio la exculpa (sin tener la facultad) de las “presuntas” irregularidades en que se ha visto envuelta durante su gestión en este sexenio. Correspondiendo al “fallo” dictado por AMLO, la bancada senatorial de Morena pasó de solicitar la rápida creación de una comisión especial al aplazamiento de la misma. Será la Comisión de Justicia, aún no instalada, la que dará trámite al escándalo del desvío de recursos desde la Sedesol y la Sedatu. ¿Será que AMLO está considerando un borrón y cuenta nueva? ¿O quiere, por la vía de Robles, encontrar culpables de mayor nivel? ¿ O las dos hipótesis se complementan?
La secretaria Robles comparecerá ante el pleno de la Cámara de Diputados el próximo 16 de octubre. Es muy probable que se la haga llegar una lluvia de cuestionamientos, pero también es probable, dado el “fallo” del Presidente electo, que su paso por la Cámara sea un simple trámite, un feliz paseo. Será un indicador del grado de autonomía del Poder Legislativo ante el próximo titular del Poder Ejecutivo.
Las acusaciones contra Rosario Robles dieron lugar a que la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) haya presentado, la semana pasada, una denuncia en su contra por los desvíos millonarios registrados en las dependencias federales que la funcionaria ha encabezado. Para fundamentar la denuncia mencionada se tomó como base la documentación elaborada por la Auditoría Superior de la Federación entre 2013 y 2016. La denuncia abarca a universidades públicas y diversas empresas fantasma utilizadas para la comisión de las irregularidades.
En 2017 la Sedesol y Sedatu gastaron más de 21 mil millones de pesos en 24 programas sociales “que operaron con opacidad, deficiencias básicas en su diseño y sin indicios de tener un efecto favorable en los problemas que pretende atender”. Esto fue informado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, el Coneval (M. Martínez, Reforma, 18/IX/18).
Se podrían añadir más datos, publicados en distintos medios, de las millonarias cantidades que se desviaron. Vale la pena subrayar que, de todos esos recursos, llama la atención los 700 millones de pesos que fueron distribuidos en efectivo. De comprobarse todo esto, la secretaria Robles está en un grave apuro. Sin embargo, no pudo actuar sola. Ella fue parte de un engranaje que no la exculpa sino la convierte, al menos, en cómplice y, no por ello, menos culpable. Una operación de tal magnitud no pudo gestarse con la acción de una sola persona.
Con base en lo anterior es cuestionable lo dicho por AMLO. De sostenerse en esa posición protectora, le acarreará una multitud de críticas pues a primera vista la exoneración de Rosario Robles contradice una de las banderas más socorridas de su campaña: el combate sin cuartel a la corrupción y a la impunidad. Una investigación rigurosa, por tanto, es indispensable para aclarar los presuntos ilícitos y las complicidades de esos escándalos para poder conocer la verdadera intención del futuro Presidente de México.
Morena en el Senado pasó de solicitar la rápida creación de una comisión especial para investigar desvíos al aplazamiento de la misma