Salario fifí
Por qué es bueno que nadie gane más que los 108 mil pesos netos que ganará el presidente? Fuera del gesto o símbolo, más una demostración jerárquica que de austeridad, es inexplicable la utilidad práctica de la nueva ley, que permanecía atorada en la Cámara baja desde 2011 y que fue resucitada la semana pasada por la bancada de Morena. Hay provisiones para exentarla, como cuando comprensiblemente el servidor público posee sustantivas aptitudes técnicas —ingenieros o médicos especializados, por ejemplo—; en el obvio caso de que desempeñe dos chambas a la vez; en caso de darse circunstancias “especiales” —todo cabe en un jarrito— y en caso de que el contrato colectivo así lo establezca, porque la austeridad llega hasta donde los relojes de Romero Deschamps, no vayan a creer.
Dijo Mario Delgado, coordinador de Morena en el Congreso, que “hoy llegan a su fin los excesos de la alta burocracia. La gente está cansada de tanto dispendio en el presupuesto público. Con esta ley nadie ganará más que el presidente y ponemos fin a las pensiones de ex presidentes”. El problema con esa declaración es la nula correlación entre factores: ¿que si los servidores públicos deben ser austeros y no buscar enriquecerse a costa del erario? ¿Que si la diarrea de dinero en bonos, asesores, prestaciones, asistentes, coches, tintes y campechanas sin azúcar es un robo que debe acotarse? Por supuesto, pero recetar recortes salariales arbitrarios no solo no es la solución, sino que en la práctica está causando un alud de jubilaciones anticipadas y de renuncias de empleados que, sin relación alguna con su nivel de competencia o de honestidad, simplemente no están dispuestos a ver reducido su sueldo.
Si queremos ver a los mejores de México como funcionarios públicos, es necesario ofrecerles un pago competitivo, o tendremos que conformarnos con burócratas tan de cuarta como la transformación que se avecina. Y si la intención es acotar la corrupción y la incompetencia, basta con castigar, sin excepción alguna y con todo el peso de la ley, a quienes incurran en nepotismo, desvío de recursos o abuso de autoridad. Con eso hasta basta y sobra para que AMLO no tenga que dormir en catre. M