Confrontar en vez de negociar
Lo cierto es que la línea para condicionar los recursos ganará terreno en el ámbito legislativo porque se trata de la mayoría en las dos Cámaras.
Dice el diputado Iván Arturo Pérez Negrón Ruiz, del Partido Encuentro Social (PES), que se debe revisar la fórmula de distribución del subsidio federal que data del año 1978, ya que “el país ya no es el mismo y existe la exigencia de tener universidades con un mayor nivel y egresados con mayores herramientas para salir a competir al trabajo laboral”.
“Necesitamos que también las universidades sean eficaces y privilegien la calidad de la ejecución del gasto, ya que es posible que existan opacidades en el manejo de los recursos”, puntualiza.
Se trata, agrega, de que “los mecanismos de rendición de cuentas y austeridad se tienen que cuadrar en la gran estrategia para fortalecer el sistema educativo nacional que impulsará la nueva administración federal”.
Por eso, el coordinador del grupo parlamentario de Morena, Mario Delgado Carrillo, señaló que para el próximo proyecto de gobierno es fundamental garantizar la educación superior y que las universidades mantengan su operación, incluso, que aumenten su matrícula, pero con ciertas reservas.
“Es un problema financiero que vienen arrastrando desde hace varios años y se ha ido agravando. Cuentan con nuestro apoyo para gestionar con las autoridades hacendarias que sus demandas sean escuchadas”, argumenta.
Y aunque asegura que respetarán la autonomía de las universidades, pide a los rectores conducirse con austeridad.
“Sabemos que nos pueden acompañar en esta lógica de cuidar los recursos públicos, que nos ajustemos todos a lo que señala la Constitución en su artículo 127; aquí aprobamos ya una ley reglamentaria de que nadie puede ganar más que el Presidente; es una demanda popular”, sentencia.
Y sin dar cifras, porcentajes o alguna aproximación, Juan Pablo Sánchez Rodríguez, también diputado de Morena, dice que trabajarán por establecer en la Constitución la obligatoriedad de la educación superior, además que buscarán la asignación de un recurso “justo y digno para el rubro”.
A ello se suma la diputada Yolanda Guerrero Barrera, también de Morena. Puntualiza que el recurso para las universidades debe estar desglosado y etiquetado para cada rubro.
Que se evite el desvío de recursos y se apliquen responsablemente. “Porque sí hay desvíos al interior de las universidades”, afirma.
Afirma que las universidades públicas son una prioridad que deben dejar de utilizarse como un “botín político” y se dediquen a formar profesionistas y académicos competitivos.
De la misma bancada, la legisladora Alejandra Pani Barragán pide resolver de fondo el déficit de todas las universidades públicas, a través de la aprobación del presupuesto.
“Vamos a estar prestos a revisarlo y avalarlo siempre y cuando sea con los lineamientos de austeridad”, enfatiza.
En esa línea, la diputada Maribel Martínez Ruiz, del PT, se dice dispuesta a apoyar las peticiones de las instituciones de educación superior, siempre y cuando entren en el modelo financiero del próximo gobierno.
“Esta nueva etapa de austeridad debe llegar a todos. Tenemos que apretarnos el cinturón y revisar lo que no anda bien, para ganar-ganar que beneficie a los docentes y empleados que están a la deriva, así como de los estudiantes”, dice.
Sobre este escenario, el rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), Eduardo Carlos Bautista Martínez, pone en claro que los problemas más comunes como insolvencia económica para el pago de salarios y prestaciones, déficit en el reconocimiento del aumento de las matrículas estudiantiles y en la contratación de plantillas laborales, se debe atender sin distingos.
“Estamos en un momento importante para el conjunto de las universidades, pero no buscamos sólo un rescate momentáneo”, afirma.
Ignacio Peña, rector de la Universidad Autónoma de Nayarit, sostiene que la crisis financiera que sufre el sector tiene años y cada vez se profundiza.
“No tenemos recursos para las nóminas de noviembre ni diciembre y prestaciones de fin de año”, reconoce.
Y se trata, dice, de una bola de nieve, a la que le tienen que entrar, con mucha inteligencia y sin condicionamientos, los actuales legisladores. De lo contrario la educación superior está en verdadero riesgo.