Control federal de Acapulco, “show mediático”: alcalde
El operativo militar obedeció a que debían ejecutar órdenes de aprehensión contra dos mandos investigados desde 2009, señala
Después de que autoridades federales tomaran el control de la Secretaría de Seguridad Pública de Acapulco, el presidente municipal, Evodio Velázquez, aseguró que “da la cara”, ya que “todo ha sido un show mediático”.
En entrevista con Carlos Marín para El Asalto a la Razón en MILENIO Televisión, el alcalde señaló que la intervención de la Marina se debió a que debían ejecutar dos órdenes de aprehensión contra dos mandos operativos de la policía local, ya que dijo contaban con una averiguación previa desde 2009, lo cual desconocía.
Aseguró que desconoce por qué las autoridades municipales que lo antecedieron conservaron a estos elementos. “Nosotros no somos la instancia para poder investigar ni ejecutar ordenes de aprehensión, nosotros recibimos a mil 500 efectivos de seguridad pública”, explicó.
Añadió: “Equivocado sería que por tema de seguridad que se mide más con un tema politizado que otra cosa. Y nosotros lo entendemos también como un avance importante. Si es el golpeteo político que tiene que tener un alcalde saliente para recuperar la paz y la armonía que necesita Acapulco, pago el costo político con gusto, pero no se puede decir que no hemos hecho nada”.
Expuso que le han aclarado que esta acción de las fuerzas federales únicamente fue para realizar una detención y que por protocolo al realizar esto aprovecharon para revisar todo el armamento. “Gobernar Acapulco de ninguna manera ha sido fácil, principalmente, en materia de seguridad. Yo recibí una policía tirada, que en aquel momento (2015) venía saliendo de un paro laboral y no estaba en la calle”, apuntó.
A 24 horas de concluir su gestión expuso que entregará elementos de seguridad que en 85 por ciento acreditó sus exámenes de control de confianza, por lo que apuntó: “que revisen los que quieran, sería contradictorio que hoy se diga que no pasaron los exámenes de la Federación”.
Recordó que la estrategia de seguridad en Acapulco la coordina el Ejército, sin embargo, dijo que son coadyuvantes con las autoridades y responsables de la prevención del delito.
Manifestó que una de las principales acciones que ha realizado para impulsar el turismo en Acapulco es la creación de un protocolo de seguridad turística, que incluso han replicado Los Cabos, Baja California; Mazatlán, Sinaloa, así como Perú y Colombia. “Hemos reducido 20 por ciento las muertes dolosas y hemos salido de las 10 ciudades con mayor percepción violenta en México, según el Inegi. Recuperamos el número de cruceros... antes llegaban ocho y ahora llegan 80”, concluyó.
Max Sedano Romano renunció este jueves a la SSP municipal y acusó de amenazas al fiscal estatal
Max Lorenzo Sedano Romano renunció a la Secretaría de Seguridad Pública de Acapulco, tras permanecer más de 72 horas retenido. El funcionario salió de las instalaciones de la dependencia y solamente mencionó que había presentado su renuncia al cargo con carácter de irrevocable, abordó un taxi del servicio público y se fue.
El capitán de navío asumió el cargo el pasado 4 de mayo de 2016, luego de que fue inhabilitado Francisco Sandoval Vázquez por presentar ante las autoridades una serie de documentos irregulares.
Por la mañana de este jueves, Sedano Romano denunció una seria de amenazas, según las cuales sería imputado de diversos delitos.
Acusó al fiscal del estado, Jorge Zuriel de los Santos Barrila, y al director de la Policía Ministerial, Esteban Maldonado Palacios, de quienes dijo lo había presionado para renunciar.
Dijo que tenía tres días encerrado y sin salir de sus oficinas, incluso cuando pretendió cruzar la puerta de inmediato fue rodeado por cinco efectivos de la Policía Municipal que le impiden el paso.
El ahora ex funcionario denunció también que durante el operativo de intervención de las fuerzas federales y del estado, el pasado 25 de septiembre, saquearon su oficina y le robaron una pistola que compró en la Semar por 30 mil pesos, dos tarjetas de crédito, débito y hasta un perfume, entre otros objetos. m