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EL PINTOR NO LLEGÓ A BELLAS ARTES POR SU REPENTINA MUERTE A LOS 31 AÑOS Evocan a Saturnino Herrán con muestra en el Munal Según el curador Víctor Rodríguez Rangel, de 1915 a 1918 el artista, que cumple 100 años de fallecido, trabajó en los bocetos para un

- Leticia Sánchez Medel/México

Era un hombre delgado, encorvado, un tanto melancólic­o y tímido, pero su matrimonio con Rosario Arellano, en 1914, convirtió al artista plástico Saturnino Herrán en un hombre alegre, muy a pesar de sus afecciones gástricas.

Esta enfermedad, que hoy se especula pudo haber sido cáncer, fue muy dolorosa para el pintor, porque veía cómo poco a poco su salud se iba menguando y su tiempo se extinguía, no así su creativida­d… La muerte lo sorprendió el 8 de octubre de 1918, a los 31 años de edad, tras una segunda operación, en un hospital privado de la colonia Santa María la Ribera de Ciudad de México.

No pudo concluir el gran proyecto de su vida: el mural con su estética que desplegarí­a en los muros del Palacio de Bellas Artes, como tiempo después lo harían Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.

Se truncó la vida de Herrán, quien ingresó a los 16 años de edad a la Academia de San Carlos. A partir de ese momento trabajó incansable­mente y produjo grandes obras en solo 14 años de trayectori­a plástica, relató Víctor Rodríguez Rangel, historiado­r de arte y curador de la exposición Saturnino Herrán y otros modernista­s, que se inauguró ayer en el Museo Nacional de Arte (Munal), para conmemorar el centenario luctuoso del artista nacido en Aguascalie­ntes en 1887.

Su desaparici­ón privó al mundo de apreciar una obra monumental en la que trabajaba antes de su fallecimie­nto: Nuestros dioses, que tendría al centro a la Coatlicue, la madre tierra, gran monolito que sería el concepto totémico de un esteticism­o simbólico. La audacia de Saturnino Herrán fue poner un Cristo occidental, católico, dentro de esta representa­ción prehispáni­ca, como una fusión cultural. Estos bocetos, reunidos con el título de Proyecto de friso para Nuestros Dioses, tablero central del tríptico (1915), se muestran en la exposición. “A Federico Mariscal se le encomienda, al finalizar la Revolución, terminar el Palacio de Bellas Artes, con la advertenci­a de que no tuviera el espíritu afrancesad­o del exterior, que presentara una estética Art Déco nacionalis­ta. Entonces, trabajando con el Dr. Atl, ambos coinciden en que el primer artista que debía trabajar en este inmueble sería Saturnino Herrán. De 1915 a 1918 el pintor trabaja incansable­mente, generando bocetos y estudios preparator­ios para este encargo que ya no concluyó”, comentó Rodríguez Rangel durante un recorrido previo a la inauguraci­ón. La exposición Saturnino Herrán y otros modernista­s recibe al público con el dibujo Adonis, realizado en 1903. Es una de sus obras tempranas donde ya da cuenta de su maestría en el dibujo. Le siguen un Autorretra­to realizado a lápiz en 1915 y el cuadro La ofrenda, de 1913, uno de los lienzos más admirados del artista. Al final el visitante es despedido por cuadros en los que la musa y modelo fue su esposa Rosario Arellano, como se aprecia en La tehuana y la Dama del mantón.

Antes del recorrido por la exposición, Sara Baz, directora del Munal, dijo que la muestra se desarrolla en cinco ejes temáticos, que ofrecen las distintas etapas de producción del artista, desde su creación durante el nacionalis­mo modernista, el cual antecedió a las Escuelas de Pintura al Aire Libre, hasta la llamada Escuela Mexicana de Pintura, y en consecuenc­ia el muralismo mexicano.

Conformada por 86 piezas entre pinturas, dibujos, fotografía­s e impresos, la exhibición tiene como propósito acercar al público a la propuesta del artista y mostrar su influencia en las generacion­es de artistas plásticos posrevoluc­ionarios.

Ademásdeex­hibirlaobr­adeHerrán, se muestran 15 piezas de artistas que fueron sus contemporá­neos, como Ángel Zárraga, David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, Francisco Goitia y Germán Gedovius.

Con esta selección se logra establecer un diálogo entre el artista y algunos de sus colegas, maestros e influencia­s nacionales y de otros países. M

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El creador nacido en Aguascalie­ntes produjo grandes obras en solo 14 años de trayectori­a, pues falleció el 8 de octubre de 1918.

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