Milenio

Mente maestra

- Érika Montoya erikamonto­yag@gmail.com • twitter@LaKiks

Ding, ding, ding… suena la campana y la memoria nos receta un gancho al hígado.

Bien decía mi abuela que “más sabe el diablo por viejo que por diablo” y, en el boxeo, pocas mentes como la de Bob Arum.

Ayer nos enteramos que HBO decidió colgar los guantes, luego de llegar a la conclusión de que la gente ya no se suscribe a su servicio por sus carteleras de boxeo, sino por el resto de la oferta televisiva.

Risueño como se le ve en las fotos, Arum debió soltar la carcajada al confirmar que otro de sus pronóstico­s se cumplió y es que, hace un par de años, se aventó la puntada de pronostica­r el fin de los Pago Por Evento, pero no se quedó ahí. El visionario promotor se arriesgó y prefirió darle la primera pelea de Manny Pacquiao en Australia a ESPN en vez de a Showtime o a HBO. Tal decisión, ahora sabemos, responde a que el legendario promotor de 86 años vio algo que nadie más: la audiencia había cambiado y nadie supo responder a tiempo.

Los números no mienten, HBO reporta que su pelea más vista de este año fue la de Gennady Golovkin contra Vanes Martirosya­n, con 1.3 millones de televident­es, mientras que la cartelera del pasado 8 de septiembre tuvo un pico de apenas 350 mil espectador­es, la cifra más baja de la cadena que en algún momento tuvo picos de 6 millones de PPV’s.

HBO pasó de la gloria al purgatorio en unos años, pues gracias a esa televisora vimos a Sugar Ray Leonard, Julio César Chávez, Óscar de la Hoya y a Mike Tyson en su mejor momento.

Del otro lado del negocio, cadenas como ESPN, Fox o DAZN seguirán pasando las carteleras demostrand­o que el boxeo está vivo, pero que hay que cambiar la fórmula para hacer negocio, confirmand­o que Bob Arum tenía razón. Solo falta esperar. Si los pesos completos regresan a sus épocas de gloria es probable que el boxeo vuelva a HBO por la puerta grande, el problema es que hay por ahí algunos peleadores que dicen que apenas está iniciando su reinado, pero no les quedan más dragones por domar ni castillos que presumir.

Por ahora sonó la campana final, nos leemos en el siguiente round.

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