OCTAVIO PAZ Y EL 68
Sobre la matanza del 2 de octubre se han escrito poemas, crónicas, cuentos, novelas, guiones cinematográficos, obras de teatro, cartas y ensayos. La escritura de Octavio Paz y la actitud que tomó en su momento, disgustaron al gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. Después de la renuncia de Paz a continuar en su cargo como embajador de México en la India, viajó a Francia. Se sabe que durante su viaje a Europa y en París, el gobierno mexicano buscó incomodar al escritor mexicano, pues se solicitaban reportes de sus actividades.
La poesía, las cartas y los ensayos de Paz sobre lo que transcurrió en México hace 50 años, son valiosos porque muestran a un intelectual comprometido y sensible con los hechos, a un hombre visionario que supo poner en un justo medio lo que estaba ocurriendo en Europa, en la India y en México. Como se ha señalado, la primera respuesta literaria significativa a la matanza de Tlatelolco fue el poema de Octavio Paz ‘México: Olimpiada de 1968’, publicado en la revista Siempre!: “La vergüenza es ira/vuelta contra uno mismo: / sí/ una nación entera se avergüenza/ es león que se agazapa/ para saltar./ (Los empleados/municipales lavan la sangre/ en la Plaza de los Sacrificios.)”.
El libro se encuentra dividido en dos partes. En la primera sección se hallan las cartas que Paz escribió a varios intelectuales y políticos sobre lo que estaba pasando con los jóvenes en Francia y México. Entre los destinatarios se encuentran Carlos Fuentes, Fernando Benítez, José Luis Martínez, Arnaldo Orfila, Charles Tomlinson, Dore Ashton, Gerardo Deniz, Vicente Rojo, Emir Rodríguez Monegal, Jean-Clarence Lambert y Antonio Carrillo Flores, entonces secretario de Relaciones Exteriores que recibió la renuncia de Paz.
En la segunda parte del libro aparecen los ensayos de Paz sobre los movimientos estudiantiles en la década de los sesenta (a partir de lo que sucedía en Estados Unidos, Francia, Alemania y México). Aunque los ensayos ya están recogidos en libros y en la obra completa del escritor, ahora se presentan de manera cronológica, quizá para comprobar que Paz conocía bien lo que estaba ocurriendo en otras naciones, situación que va más allá de una visión panorámica de otras latitudes sino que compara y analiza lo que acontece con los jóvenes.
Paz dijo que 1968 fue un año axial y Ángel Gilberto Adame toma esa frase como título del libro. Se trata de una enriquecedora compilación, necesaria y puntual para entender lo que sucedió antes y después Octavio Paz en 1968: el año axial. del 68 y, específicamente, para valorar la actitud de Paz —el único embajador que renunció a su cargo— frente a un gobierno que cuando asesinó a los estudiantes también se aniquiló así mismo. m