Monge retrata las violencias con su familia como fondo
En su más reciente libro, Emiliano Monge decidió No contar todo (Literatura Random House, 2018), convencido de que en la vida de los seres humanos siempre hay detalles a los que la memoria no alcanza o que resultan hasta inverosímiles para la literatura: “Porque parece verdad, la mentira nunca se sabe”, dice el escritor al retomar el título de una novela de Daniel Sada. “Más que surgir, la historia ya estaba ahí. Es la vida de mi familia, de mi abuelo, de mi padre y mía. Una historia que quería contar no solo por escribir una novela de no ficción, por contar mi historia familiar, sino porque creo que ahí se alcanza a ver buena parte de lo que nuestro país ha sido en las últimas tres generaciones: el machismo, las violencias íntimas que después se replican hacia lo social, y la mentira como forma de supervivencia”.
Monge está convencido de que en un lugar donde la verdad es demasiado inasible, necesitaba relacionar la historia de su familia con la del país, bajo una estrategia que suele aplicar en la escritura de una novela, a partir de dos formas básicas. Una es el modelaje, “ir sumando material para llegar a una forma final”; la otra es devastar una piedra, “quitarle pedazos para llegar a esa