El movimiento del 68 sembró la semilla de la democracia
Más allá de su lucha académica, los estudiantes mostraron a México con la idea de que una sociedad libre era posible
Las demandas del movimiento del 68 no se limitaron a las necesidades particulares de los universitarios, sino que miraron al conjunto de México con la idea de que otra sociedad democrática y libre era posible, sostuvo Ricardo Espinoza Toledo, profesor del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Al participar en el Coloquio Actualidad del 68: universidad, juventud y política,realizado en la Unidad Iztapalapa, el académico señaló que el descontento social y político de la época no se detuvo con la violencia ejercida por el gobierno y, por el contrario, los sectores de la clase media siguieron impulsando la lucha por los derechos y las libertades.
Así fue detonado el Movimiento del 68, debido a que tampoco existían posibilidades de organización fuera del partido oficial, en un momento en el que no se contaba con elecciones libres ni había competencia entre partidos ni división de poderes por la fuerza del Ejecutivo ni se respetaba el derecho a la información ni a la afiliación sindical y sólo cabía el presidencialismo omnipotente.
La llamada reforma política de 1977-1978 fue consecuencia de la acción emprendida por los estudiantes en 1968 y más tarde, en 1988, una disputada contienda en los comicios trajo libertad de pensamiento y de asociación que se abrieron paso con el reformismo electoral.
Sin embargo, nunca se puso en juego la estructura misma del poder, si se considera que las reformas dieron cabida a grupos disidentes forjados en el movimiento del 68, pero no se tocó la estructura presidencialista porque ésta impulsaba las entonces nuevas políticas económicas.
Los derechos sociales están disminuidos por la corrupción gubernamental y las modificaciones constitucionales fundadas en la idea del libre mercado han dado lugar a grandes monopolios que controlan una buena parte de los activos del país, lo que ha conducido a la reducción drástica de recursos públicos para servicios de salud, educación e infraestructura.
“También tenemos derechos civiles coartados por la debilidad del Estado, una crisis del sistema de justicia y el imperio de la delincuencia que van en detrimento de las libertades básicas y del acceso a la justicia”.
Muchas cosas han cambiado desde 1968, pero de manera limitada, ya que hay partidos políticos y democracia electoral sólo en los mecanismos de acceso al poder, pero no componentes de contrapeso del poder presidencial y “hemos tenido alternancia en los gobiernos municipales, estatales y en el federal, y ahora una nueva mayoría de Morena en el Congreso”, expuso.
La llamada reforma política de 1977-1978 fue consecuencia de la acción emprendida por los alumnos