CARLOS REYES
La reciente designación de Adela Piña Bernal como presidenta de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados es una señal de lo que viene”
RECONOCER EL PROBLEMA.
Lo de José Manuel Piña Gutiérrez, rector de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), es de reconocerse. En medio de la situación apremiante que priva en la institución debido a la escasez de recursos financieros, hace frente al asunto y, lejos de minimizarlo, acepta que hay una crisis económica que se ha ido agudizando debido a los recortes presupuestales que se han generado en los últimos años. Sabe que se han hecho ajustes en materia salarial y otros ahorros para no impactar en los pagos a personal administrativo y docente, pero las medidas no han arrojado los resultados esperados. Por ello, anuncia, que estas acciones continuarán para no gastar de más en aspectos que ahora no son prioridad. De lo que se trata es de mantener a la UJAT con los mismos estándares de calidad que le han permitido ganarse un lugar a nivel nacional muy envidiable.
TRABAJO COORDINADO.
Para el rector de la UJAT, éste es un momento clave para el porvenir de estas universidades que enfrentan una situación económica muy comprometedora. Lo bueno, y lo rescatable de todo este meollo, como lo apunta el propio Piña Gutiérrez, es que se trabaja de manera coordinada con la SEP y la Secretaría de Hacienda (SHCP) para que el presupuesto para 2019 sea de 2 mil 400 millones de pesos, el monto mínimo para que no haya un impacto de consideración en la vida académica de la institución. El tiempo decisivo en el Congreso de la Unión se acerca y es cuando veremos hacia dónde van las prioridades. Como lo planteamos la semana pasada, los condicionamientos de la mayoría legislativa están a la orden del día y los rectores deben romper esa inercia que se quiere imponer desde ahora.
UNA VOZ MÁS.
Otro que se suma a las peticiones presupuestales mínimas para no interrumpir la operación de las instituciones de educación superior, es Alfredo Barrera Baca, rector de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), quien hace unos días planteó que esta casa de estudios requiere de un aumento presupuestal de cuando menos 675 millones de pesos para, entre otras cosas, poder pagar la nómina de profesores y trabajadores. Esto también permitirá continuar con la inversión en becas para estudiantes y consolidar los espacios académicos de reciente creación, así como apuntalar el trabajo de aquellos de mayor antigüedad, mediante un programa de mantenimiento. Y es que, como lo asume el rector de la UAEM, el contexto mundial de alta competitividad y las circunstancias económicas del país obligan a todas las instituciones educativas a conquistar resultados, así como proteger los logros alcanzados, como la calidad educativa, en beneficio de la sociedad. Y sin recursos, la calidad, como ocurre en estos casos, está en riesgo.
En este asunto de los dineros, hay posturas que son todavía mucho más frontales, como ocurre con el rector de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), Francisco Avelar González, quien advierte que, una vez hecha la promesa de asignar el mismo presupuesto que ejercen este año, las instituciones de educación superior del país no pueden aceptar una negativa de parte del presidente electo. Esto más allá de su política de austeridad que pretende implementar en todas las áreas de la administración pública, la cual quiere extender a otros espacios como las propias universidades del país. Un recorte bajo este pretexto, apunta el rector de la UAA, sería una señal muy lamentable para la educación de este país.
ENCARA LA UAA. TODA UNA INCÓGNITA.
Hoy y mañana, en las instalaciones de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), se realiza la LI Sesión Ordinaria del Consejo de Universidades Públicas e Instituciones Afines (CUPIA) de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). Se sabe que uno de los temas será el asunto del presupuesto que se asignará a las universidades del país para el año fiscal 2019. Y en esa línea, también se espera que se discuta y aborden los planteamientos que se han hecho al equipo del próximo Presidente del país, Andrés Manuel López Obrador durante todo este proceso muy largo de transición que se ha dado. Lo que no se sabe aún a ciencia cierta es quién o quiénes acudirán a la inauguración de este evento.
NOMBRES AÚN SIN CONFIRMAR.
Porque, además de Jaime Valls Esponda, Secretario General Ejecutivo de la ANUIES, y Rogelio Garza Rivera, rector de la UANL, el gobierno del estado no ha confirmado si acudirá, como ocurre en la mayoría de estos foros, Jaime Rodríguez Calderón, gobernador de la entidad; Otto Granados Roldán, Secretario de Educación Pública (SEP); o Rodolfo Tuirán Gutiérrez, Subsecretario de Educación Superior. Hay quienes perfilaron, desde un inicio, que acudirían las que serán las nuevas autoridades educativas, pero tampoco se sabe si en realidad tendrán ya un papel más preponderante del que han jugado, hasta ahora, con las universidades del país, sobre todo en el intercambio de propuestas en corto. Por ahora, Luciano Concheiro, quien podría ocupar la Subsecretaría de Educación Superior no se ha sentado con la totalidad de las instituciones a perfilar lo que viene. Veremos, entonces, quiénes son los que encabezan esta reunión.
IMPOSIBLE NEGARLO.
La reciente designación de Adela Piña Bernal como Presidenta de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados es, contra lo que se diga, una señal de lo que viene no solo en el asunto de la reforma educativa, sino en todas las políticas que se van a implementar en el sector educativo. Porque más allá del conocimiento del tema que pueda tener, el tono en el discurso, es lo que genera preocupación. No es que sorprenda la resistencia y el rechazo de la dirigente de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) a la reforma. Su discurso radical, sin argumentos más allá del ardid del neoliberalismo y la privatización educativa, es lo que cuesta entender y lo que realmente pone al descubierto que MORENA no apuesta al diálogo, al intercambio de ideas y a reconocer en los otros aciertos que pueden aportar más que la negativa a destruir esfuerzos tan nobles como la reforma educativa.
EL EQUILIBRIO NECESARIO.
Y en ese contexto, resulta preocupante que no haya contrapesos al interior de las Comisiones legislativas. En este caso, de los nueve integrantes que conforman la Comisión de Educación, seis son integrantes de Morena. En los tres restantes, aparece un viejo conocido de las universidades públicas estatales: Alfredo Femat Bañuelos, exrector de la Universidad Autónoma de Zacateca (UAZ), quien conoce del tema, pero desafortunadamente no tiene el peso suficiente para plantear opciones distintas a las que el partido en el poder, a partir de diciembre, va a promover en materia educativa, y muchas de las cuales van a poner en riesgo la viabilidad financiera y académica de las instituciones de educación superior. Este esquema se repite también en la Comisión de Ciencia y Tecnología, lo cual tampoco augura buenas cosas para este sector.