Transformará Subway en 3 años todas sus unidades
Se reconvertirán unas y se reubicará 20% de las 980 que hay
En los próximos tres años la cadena de comida Subway transformará su modelo hacia el concepto Fresh forward, expuso el country manager de la empresa en México, Héctor Huerta.
Ello involucrará una reconversión de unidades y la reubicación de 20 por ciento de sus sucursales (196 de las 980 que tienen), para implementar su nueva estrategia de negocio. “Es un viaje que va a tomar tiempo. Queremos ver ubicaciones en universidades, centros comunitarios, bajo la filosofía de estar siempre cerca de los invitados (clientes)”, expuso.
Destacó que aún se encuentran evaluando los lugares en los que estarán estas unidades, pero dijo que todos los franquiciatarios se encuentran colaborando con ellos para hacer este trabajo.
Fresh forward contará con menú digital, un cambio en la distribución de los alimentos para preparar, espacios de wifi y conexión, además de mesas para comer en los establecimientos, dijo.
El directivo señaló además que con el objetivo de hacer el proceso de compra más fácil y rápido, la empresa comenzará a implementar el próximo año un programa de lealtad y el uso de tecnología para la petición de pedidos con aplicaciones.
Las tres primeras unidades con este concepto están en San Luis Potosí, Chihuahua y Ciudad de México. Actualmente hay ocho más en proceso de transformación, dijo el directivo.
Sobre la implementación de tecnología en sucursales para realizar pedidos y evitar las filas, un concepto que ya se ha desarrollado en Estados Unidos, dijo: “Estamos evaluando en México si el año que entra es el momento en el que podemos implementarlo”. Añadió que el uso de mayor tecnología no implica la disminución del número de colaboradores por sucursal.
Huerta expuso que por unidad, los franquiciatarios invierten entre 74 mil y 110 mil dólares; para la remodelación de las unidades ya existentes se requerirá una inyección de alrededor de 40 mil dólares por sucursal.
Subway llegó a México en 1990. m
Ayer el Banco de México decidió mantener sin cambio la tasa de interés de referencia en 7.75 por ciento; esta medida, aunque difícil, era la que esperaba la mayoría de los participantes en el mercado.
La decisión era complicada porque al no subir la tasa de interés, sabía que el peso se iba a presionar y a perder valor frente al dólar, lo que de sostenerse en el mediano y largo plazos evidentemente tendrá efectos negativos sobre la inflación; pero por el contrario, subir la tasa para retener el tipo de cambio debajo de 19 pesos por dólar implicaba afectar el ya de por sí débil crecimiento económico.
Además de lo anterior, independientemente de que Banco de México cuenta con distintos instrumentos de política monetaria para el control de la inflación, no cabe duda de que el más efectivo es la tasa de interés, pero nuestro banco central tiene la responsabilidad de administrar los movimientos de alza de tal forma que no por detener el proceso inflacionario pueda generar una recesión.
Asimismo, nuestro banco central seguramente tomó en cuenta que la Reserva Federal volverá a subir la tasa en Estados Unidos otro cuarto de punto en diciembre, y lo que es peor es que tal como lo ha dicho la propia Fed, le gustaría tener a lo largo de 2019 tres incrementos adicionales para que en diciembre de ese año quede en 3.25 por ciento, lo cual ya estaría muy cerca de la llamada tasa neutral, que es de 3.5 por ciento, misma que se podría alcanzar con un incremento adicional en 2020; durante este ciclo de alzas continuadas que se avecinan, Banxico va a tener que administrar cuidadosamente el nivel de las tasas mexicanas e ir subiéndolas conforme sea necesario, manteniendo siempre ese difícil equilibrio entre inflación y crecimiento económico.
El gran dilema que tiene México, además de tener un buen balance financiero, es lograr un crecimiento por encima de 2.5 por ciento, que es el promedio que se ha obtenido en los últimos años; con incrementos tan pequeños es imposible que México genere los empleos suficientes para sacar de la pobreza a 50 por ciento de los mexicanos.
Es imperativo que se dejen de dar alicientes a la economía informal, que al final es la que está deteniendo la capacidad de desarrollo del país; la única manera posible para no seguir alentando la informalidad es gravándola, y esto solo se logrará obligándola a que tenga que contribuir —cuando menos pagando impuestos por lo que consume—, o sea, algo que podía desalentarla es tener un IVA generalizado en lugar del sistema tan parcial que actualmente llevamos.
Ya lo he dicho una y mil veces, en México se requiere una reforma fiscal que sea integral; ojalá que el nuevo gobierno la considere en serio y proponga recargarse más en el consumo, y no en la inversión y el empleo. m
El nuevo concepto
incluye menú digital, espacios wifi y conexión, entre otros