Milenio

Muere Lederman, padre de La partícula de Dios

El cuerpo subatómico se llamó en principio “partícula maldita”; sin embargo, el editor del libro lo inmortaliz­ó con su nombre actual

- EN 1988 RECIBIÓ EL NOBEL POR SU ESTUDIO SOBRE NEUTRINOS Redacción/México

La comunidad científica está de luto por la muerte del físico Leon Max Lederman, quien se hizo acreedor al Premio Nobel en 1988 por sus investigac­iones sobre los neutrinos. Lederman es conocido en el mundo por su libro La partícula de Dios, donde aborda la importanci­a del bosón de Higgs.

Su muerte fue confirmada por su esposa, Ellen Carr Lederman, de 37 años, y tuvo lugar la mañana del miércoles 3 de octubre, en Rexburg, Idaho. “Lo que realmente amaba era a las personas, tratar de educarlas y ayudarlas a entender lo que estaban haciendo en la ciencia”, dijo su esposa.

Leon Max Lederman nació en Nueva York el 15 de julio de 1922. Realizó sus estudios en la Universida­d de Columbia, de donde se graduó en 1951. Pasó tiempo en el CERN (Organizaci­ón Europea para la Investigac­ión Nuclear, por su sigla en francés) de Ginebra, Suiza, y dirigió el Laboratori­o Nacional Fermi (Fermilab) de 1978 a 1989.

Tras renunciar a su puesto como profesor de Física en la Universida­d de Columbia, y a la dirección del Fermilab, ingresó al Departamen­to de Física del Instituto de Tecnología de Illinois, donde fue maestro. Entre sus descubrimi­entos se cuentan el del neutrino muónico —una partícula elemental que pertenece al grupo de los leptones— en 1962 y del quark de fondo en 1977.

Lederman, junto con Melvin Schwartz y Jack Steinberge­r, demostró que existen al menos dos tipos de partículas llamadas neutrinos —ahora se sabe que hay tres—, un descubrimi­ento por el que se hizo merecedor, en 1988, al Premio Nobel de Física. También recibió la Medalla Nacional de la Ciencia en 1965, la Medalla Elliott Cresson para la Física en 1976, el Premio Wolf para la Física en 1982 y el Premio Enrico Fermi en 1992.

El científico usó el dinero del Nobel para comprar una cabaña de madera cerca de la pequeña ciudad de Driggs, en el este de Idaho, como lugar para vacacionar. En 2011 se mudó allí con su esposa de modo definitivo, entonces Leon Max Lederman comenzó a experiment­ar problemas de pérdida de memoria que se agravaron, dijo su esposa.

Su medalla del Premio Nobel fue puesta en subasta y se vendió por 765 mil dólares en 2015 para ayudar a pagar las facturas médicas y la atención. “Leon Lederman brindó la visión científica que le permitió a Fermilab mantenerse a la vanguardia de la tecnología durante más de 40 años. León tuvo un impacto inconmensu­rable en la evolución de nuestro laboratori­o y nuestro compromiso con las futuras generacion­es de científico­s, y su legado perdurará en nuestro trabajo diario y en nuestros esfuerzos de divulgació­n”, dijo Nigel Lockyer, actual director del laboratori­o. Este libro, escrito en colaboraci­ón con Dick Teresi, despliega una breve historia de la física de partículas, comenzando con el filósofo griego Demócrito y continuand­o con los trabajos de Isaac Newton, Roger J. Boscovich, Michael Faraday y Ernest Rutherford, hasta la física cuántica en el siglo XX.

El volumen, publicado en 1993, iba a llamarse The Goddamned Particle o La maldita partícula, pero al editor le pareció un título demasiado fuerte y hasta un poco sacrílego, de modo que lo cambió por The God Particle: If the Universe Is the Answer, What Is the Question?

La comunidad científica rechazó desde el principio este título, pero ahora es la forma más popular en que se conoce al bosón de Higgs. m

El iPhone Xs Max es el mejor en la historia, no podría ser de otra manera. Dicho smartphone tiene la mejor cámara en la vida de los iPhone, no podría ser de otra manera. Este teléfono tiene la batería con la mejor duración que se ha tenido en un iPhone, no podría ser de otra manera. El iPhone Xs Max es el más caro en la historia de los smartphone­s, tampoco podría ser de otra manera.

Las últimas dos semanas he probado el nuevo iPhone Xs Max y estas son algunas de las respuestas a las preguntas más comunes que me han hecho en estos días: sin duda, cada vez que un nuevo iPhone llega al mercado hay una enorme curiosidad por saber qué hay de nuevo y si vale la pena pagar lo que cuesta, porque desde hace un tiempo tener uno —más allá de poseer un gran equipo de tecnología— es también un símbolo de estatus.

Afirmar que éste o cualquier otro smartphone es el mejor en el mercado es algo casi imposible, porque hoy en día las caracterís­ticas, aplicacion­es y funciones exclusivas que las marcas ponen en cada teléfono insignia están enfocadas y pensadas para que cierto público se enamore de ese equipo en específico y hemos llegado, creo yo, a un punto donde decir que un teléfono es mejor que otro es cosa de gustos y necesidade­s.

No es nuevo saber que para los fans de Apple es casi imposible abandonar la marca, por eso es que se agotó en algunas tiendas en México y el mundo de manera inmediata el iPhone Xs Max —la versión de 256Gb— y por eso es que al menos seis de las personas en mi oficina ya tienen un nuevo iPhone en la mano.

Ahora bien, luego de dos semanas con el nuevo Xs Max puedo decir que si eres un usuario de iPhone, este teléfono te enamorará aún más de Apple y es que, por ejemplo, una queja común era la duración de la batería, pero este nuevo teléfono en nuestras pruebas con un uso rudo —es decir, sin cargarlo en algún momento del día, usando apps como Waze, Uber y recibiendo y enviando decenas de mensajes WhatsApp, así como haciendo un promedio de 35 llamadas y tomando 10 fotografía­s— nos duró 12 horas antes de apagarse. Nada mal para un iPhone, de hecho nunca me había durado tanto la batería de uno de estos smartphone­s y menos tomando en cuenta que tiene un procesador muy potente llamado A12 bionic, un chip neuronal para operacione­s con inteligenc­ia artificial y, por supuesto, una enorme pantalla OLED.

Justo hablando de la pantalla, los colores y el contraste en películas o prácticame­nte cualquier contenido que veas es increíble; en el caso de los files descargado­s de iTunes —gracias al HDR y Dolby Vision que incluyen ya estos contenidos—, es una calidad que iguala a la que tienes en una pantalla de gama alta en tu casa. El audio “estéreo”, creo mal llamado así por Apple pues pareciera algo viejo el término, es una de las mejores experienci­as que he tenido en un teléfono, con canales perfectame­nte divididos y que, aunque no lo diga la compañía, dan un buen efecto surround.

¿Vale la pena pagar 35 mil 500 pesos por la versión de 512GB del iPhone Xs Max? La respuesta es sí, si te sobra el dinero. De otra forma el de 64 Gb por 27 mil pesos, no es, para nada, mala opción, tomando en cuenta que los servicios de la nube hoy en día te permiten no ocupar tanto espacio físico y si quieres tomar miles de fotos sin pagar el servicio de iCloud de Apple, puedes instalar la app de fotos de Google, que permite al usuario guardar sin límite y gratis todas las imágenes que quieras, así que combinando apps de terceros con un poco de tiempo para diseñar qué archivos quieres tener o no en tu teléfono, no es necesario un equipo con tanta capacidad de almacenami­ento.

El iPhone XR aún no llega, que creo será la mejor opción para la mayoría que quiera un nuevo teléfono de Apple este año, pues además de unos colores increíbles costará menos y tendrá el mismo procesador y caracterís­ticas —fuera de la cámara— que el hermano mayor, el cual sin duda es el mejor iPhone que Apple ha presentado, pero en el mercado hay muchas otras opciones que cuestan menos y te dan muchas caracterís­ticas iguales o incluso mejores que este teléfono dependiend­o de las necesidade­s del usuario; sin embargo, insisto, para los fans de la marca no hay otro teléfono que no sea un iPhone y este es, sin ninguna duda, uno imperdible dentro de la historia de Apple. m

La familia del científico vendió la medalla para costear el tratamient­o por pérdida de memoria

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