EL ARTE DEL VINO Y LAS BODAS DE CANÁ
Fue discípulo de Diego Rivera, tiene 85 años, ha dedicado su vida al muro y a la pintura, le dio rostro a Juárez y la sociedad dijo “quiero que ese sea el rostro de Juárez”, además creó parte de la gran épica de la Historia de México y de nuestra idiosincrasia. Actualmente le rechazan sus proyectos y vive sin apoyos económicos gubernamentales. Es que tengo propensión precisamente a elaborar proyectos a la manera del mural, es decir, un conjunto de personas y de sujetos que narran algo, que nos dicen algo. Por ejemplo, aquí tenemos una alegoría hacia el vino donde intervienen las Bodas de Caná, tenemos los jarrones, las ánforas vacías que se están llenando de agua para cumplir el milagro de que se llenen de vino, tenemos un alambique de esos de cobre, como los que hacen en Santa Clara del Cobre. Tuve oportunidad de ver en Parras de la Fuente, Coahuila, que es uno de nuestros centros vitivinícolas más antiguos, posiblemente del país, ahí vi precisamente uno de estos objetos, son como un globo, no es más que un matraz; un matraz que se calienta, que el agua o el líquido que hay adentro empieza a hervir y luego el vapor sale por un tubo, sale por un serpentín, que de hecho se deriva de serpiente. Entonces aquí tenemos adentro una pareja, son unos novios que están diciéndose las palabras tradicionales, jurándose amor porque el humor, digamos el vapor que emana este alambique no es de licor, sino es de amor. M