El final de La Academia 2018
No es fácil escribir de La Academia. ¿Por qué? Porque para hacerlo hay que poner en contexto las cosas y tratándose de una marca tan poderosa, es complicadísimo.
Para quienes vivi mos el fenómeno de este reality show la década pasada, pasar de una final en el Auditorio Nacional, en el Parque Fundidora de Monterrey o en el malecón de Veracruz a un desenlace en un estudio de televisión, no es algo bueno.
Igual, pasar de talentos de Tv Azteca como Alan Tacher, Mónica Garza e Ingrid Coronado a un Adal Ramones que aunque ya no esté, lleva tatuado el logotipo de Televisa, no es como para hacer fiesta.
Y ni hablar de muchos otros detalles técnicos, editoriales o de reparto.
Para quienes fuimos el público original de La Academia esto no fue La Academia.
Fue como una prolongación de lo mismo que vemos todos los días en todos lados: más historias personales que talento, más personajes que personas, más talk show que corazón.
¿Entonces esto fue una desgracia? No y ahí está la nota. La academia que terminó el domingo no es televisión de la década pasada, es televisión abierta privada nacional de 2018.
¿Cómo es esta televisión abierta privada nacional de 2018? Se lo voy a resumir en una frase: menos es más.
Hace 16 años, Tv Azteca hubiera tirado millones de dólares en la producción de este programa.
Hoy, con una inversión conser- vadora, se alcanzaron las metas.
Este reality show fue infinitamente superior a las más recientes ediciones de La Academia, las que condujeron personalidades como Rafael Araneda, Eduardo Capetillo y Bibi Gaytán. ¿Se acuerda?
Los finalista de este proyecto, los de este 2018, a diferencia de los últimos que ocuparon su lugar, sí firmaron un contrato con una disquera, sí recibieron una oportunidad que podría convertirlos en alguien.
El hecho de que haya ganado la persona que el público quiso nos habla de un respeto que ya no teníamos en esa marca, de un acto de generosidad, de credibilidad.
Y el dato de que la ganadora haya sido Paola, de Guatemala, dice cosas preciosas.
Vivimos en una época fundamental para el empoderamiento femenino, en un momento donde los morenos también deben destacar, en un punto donde México tiene que confirmar su vocación de inmenso trampolín latinoamericano.
Todo eso y más fue lo que vimos el domingo pasado entre muchas menciones comerciales, un éxito total en las redes sociales y la música de Myst, una gloria de Grupo Salinas que también nos manda un mensaje de unidad interna que vale la pena estudiar.
¿Ahora entiende cuando le digo que no es fácil escribir de La Academia?
Esto se reinventó y para en verdad atinarle al análisis hay que reinventar también los criterios, entender lo que está pasando en todas las producciones de todos los canales y apreciar.
¿De qué le hubiera servido a Tv Azteca despilfarrar una fortuna si no se hubiera cumplido con los objetivos de La academia como cuando la nota eran los desfiguros de Tadeo Bustamante?
Aquí pasó algo interesante, algo diferente. ¿O usted qué opina? ¿Cuál es mi lugar favorito en Corea? Changdeokgung. ¿Qué es? El segundo conjunto de palacios más importante de ese país.
¿Por qué es mi lugar favorito si está en segundo lugar después de Gyeongbukgung, el portentoso Palacio Real?
Porque en este bosque de casi 60 hectáreas, rodeado de edificios, lagos, árboles y flores, en pleno corazón de Seúl, hay magia, romanticismo.
La primera vez que lo conocí, hace cuatro años, me enamoré de sus edificaciones de madera, también de sus colores, del trono, de su Secret Garden, de su monumentalidad y de todas las historias que hay detrás de cada pared, de cada tronco.
Pero esta segunda vez me robó el corazón porque las experiencias turísticas y culturales han sido mejoradas con lo último de la tecnología y la sensibilidad coreana.
Si usted va luciendo alguno de los trajes típicos de ese país (hay muchos lugares que los venden o que los rentan a precios accesibles), la entrada es gratis y hasta le hacen descuento en los bares y los restaurantes de la zona.
Usted puede pasar por su cuenta, conseguir una audioguía en inglés, tomar alguna visita guiada o tomarse la foto de su vida en alguno de los muchísimos recovecos que hay ahí.
Todos parecen salidos de alguna historia de amor o de guerra de hace más de mil 500 años.
Hay visitas guiadas y excelentes audioguías, la nueva tienda de regalos es espléndida y los tours nocturnos ya no son solo bajo la luz de la luna como eran antes.
No, ahora son bajo todos esos edificios, perfectamente bien iluminados con tecnología de punta y hasta con la música en vivo de instrumentos ancestrales en rincones muy específicos sin contar con el gran espectáculo final de canto, baile y té de mandarina.
Si algún día regreso a Corea por supuesto que volveré a Changdeokgung. No existe nada igual. Se lo garantizo.