La hora del adiós
Que es el año del olimpismo donde México celebró unos juegos maravillosos, y toda la gente que lo vivimos como atletas o espectadores, lo recordamos con mucho cariño, como unos Juegos de la Paz porque convivimos en armonía. Recuerdo que en la clausura las delegaciones se desintegraban y nos abrazábamos, era una fiesta que México podía dar al son de mariachi, y todo mundo lo disfrutó.
Tras su hazaña en los Juegos Olímpicos, María Teresa Ramírez continuó su camino deportivo pero en poco tiempo decidió retirarse. La mexicana participó en un torneo internacional llevado a cabo en Santa Clara, California, donde compitió en la prueba de mil 500 metros estilo libre; obtuvo el quinto lugar. Poco después, finalizó séptima en el Campeonato de Natación de Estados Unidos, celebrado en Lincoln, Nebraska.
En 1970, se sumó a la delegación mexicana que compitió en los Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en Panamá, donde ganó un total de ocho medallas de oro, una de plata y dos de bronce. Con dicha cosecha de preseas, a la ex nadadora se le nombró la Reina de la Natación de esa justa regional.
Dos años después, participó en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, en los 800 metros estilo libre, sin embargo, en esa justa apenas concluyó en el décimo lugar, a pesar de haber mejorado su récord personal en 13 segundos.
Una vez que acabaron los Juegos Olímpicos de Múnich, Maritere decidió estudiar la carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública en la Universidad Iberoamericana, haciendo evidente su distanciamiento para continuar en la natación.
Tras su retiro, uno de sus compañeros nadadores la invitó a entrenar con él en China, donde participó en una competencia en la que resultó vencedora.
“Fuimos 11 nadadores. Entre ellos el Tibio Muñoz y Memo Echeverría. Allá me encontré con varios compañeros de estudios y fue muy bonito recibir su apoyo en la competencia. No podía fallar ante ellos. Estaban allí, en las tribunas y, aunque pocos, como buenos mexicanos, eran muy escandalosos. Las porras sonaban fuertes. Así salí a la prueba de 100 metros dorso. No sabía ni cómo nadarla. Me dije entonces, voy a dar todo desde el principio y vamos a ver hasta dónde llego; ojalá que no sea última y no haga el ridículo, pero gané la prueba. Superé a las muchachas de Singapur y de China. Me dieron una medalla muy bonita”, dijo Ramírez, quien en China obtuvo su última medalla como deportista. YA FUERA DE LAS ALBERCAS,