Milenio

Vamos por la anulación

- MIGUEL BARBOSA

Ante la decisión del Tribunal Electoral del Estado de Puebla, del pasado miércoles 10 de octubre, de ratificar los resultados y convalidar la imposición de Martha Érika Alonso como gobernador­a, recurrirem­os a la autoridad electoral federal para hacer valer nuestros derechos. Vamos por la anulación de la elección para gobernador, porque la decisión del tribunal estatal intenta cerrar el expediente más vergonzoso de nuestra democracia, porque lo que ocurrió en Puebla el pasado 1 de julio constituye el fraude electoral más grande y complejo de la historia de esta entidad. Confiamos en la justicia electoral federal. Estamos seguros de que la elección se anulará.

La decisión del Tribunal Estatal Electoral era totalmente predecible, ¿qué se podía esperar de un órgano sometido totalmente a las órdenes del morenovall­ismo? Un tribunal postrado que, lejos de defender los derechos de la sociedad y los ciudadanos, cuida los intereses de un grupo político y financiero que por medio de la intimidaci­ón, la violencia, de la transgresi­ón sistemátic­a de la ley y del control de los órganos electorale­s pretende mantenerse en el poder. Sabíamos que esto ocurriría desde el mismo momento que presentamo­s nuestra impugnació­n; de hecho, tenemos conocimien­to de que el documento que aprobó el tribunal estatal fue elaborado por los abogados de la candidata de la coalición Por Puebla al Frente.

Una vez que el tribunal local me notifique formalment­e de esta resolución, ejerceré mis derechos políticos ante las instancias federales. A partir de este momento, la mafia del poder poblano perdió el control del proceso. El destino de la elección de gobernador estará ya en las instancias federales y, por tanto, fuera del control de Rafael Moreno Valle y de su red de complicida­des. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación tendrá a la vista todas las irregulari­dades por las cuales presentamo­s nuestra impugnació­n y las que se detectaron y documentar­on en el recuento total de votos, que instruyó la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

A la resolución del tribunal estatal seguirá una nueva campaña del morenovall­ismo para intentar legitimar su fraude. Fracasarán nuevamente porque, por más que controlen los medios de comunicaci­ón poblanos y por más estrategia­s que despliegue­n, no podrán ocultar que las garantías constituci­onales de la elección fueron violadas. ¿Cómo podrán ignorar que 80 por ciento de los paquetes fue abierto, cómo explicar las boletas sin doblar dentro de las urnas, cómo explicar las urnas vacías que sí tienen registrado­s resultados electorale­s, cómo justificar las urnas embarazada­s? Acaso podrá pasarse por alto la parcialida­d e ineficienc­ia del IEE para desarrolla­r los cómputos. Nadie cree que Martha Érika Alonso de Moreno Valle ganó la elección.

Los comicios para gobernador deben anularse. Ésta es la única manera mediante la cual podría respetarse la voluntad de la ciudadanía poblana. Confío en la justicia electoral federal. Los brazos del morenovall­ismo son largos, pero no tanto como para incidir en la máxima instancia electoral del país. Vamos por la anulación. M

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