Enriqueta Basilio, primera mujer en encender el pebetero olímpico, revive aquella experiencia
Hace 50 años comenzaron los Juegos Olímpicos de México 68, cuyo momento más significativo en la inauguración fue el encendido del pebetero a cargo de Queta Basilio
Hoy se cumplen 50 años de la inauguración de los Juegos Olímpicos de México 1968, un evento que tuvo muchos precedentes históricos, novedades e innovaciones, como el hecho de ser los primeros Juegos que se realizaron en Latinoamérica, los primeros donde hubo mascotas, los primeros en transmitirse a televisión a color o los primeros donde se realizaron pruebas antidopaje.
Sin embargo, el momento más significativo en la inauguración fue el momento del encendido del pebetero, el cual fue realizado por primera vez por una mujer, luego de que en las 18 ediciones pasadas únicamente hombres fueron los encargados de tener tal honor, el cual es el momento más esperado de todas las inauguraciones. Así, ese hecho histórico recayó en Enriqueta Basilio.
“Fue la idea del presidente del Comité Organizador (Pedro Ramírez Vázquez), y quién se iba a imaginar que buscaría a una mujer; además, a él le habían dicho que fuera un hombre, pero respondió que nos conocemos en el mundo como un país de machos y que quería que México diera otra imagen, como la modernidad y los cambios que se dan en la sociedad, entonces invitaron a una mujer y me encontraron”, declaró Basilio.
La ex velocista confiesa que tenía poco tiempo en la Ciudad de México y que la escogieron porque corría “muy bonito”.
“Tenía muy poco tiempo de estar en México, porque llegué de Mexicali en mayo de 1967, muy novata, y nadie se imaginaba que yo fuera la elegida, y afortunadamente mi personalidad como mujer mexicana de esa época, moderna, y que corría muy bonito, me dio la oportunidad de que me eligieran. Me vieron correr y les agradó, pero yo no imaginaba tener esa posibilidad, y no pensaba en el fuego, sino que quería participar en los Juegos Olímpicos”, mencionó la ex atleta.
Basilio mencionó que se siente muy orgullosa de haber mostrado en ese momento la importancia de la mujer en el deporte.
“No solamente encendí el corazón olímpico, sino el de las mujeres, en la lucha por la justicia, por la igualdad, por la solidaridad, por todos esos valores que no existían, ya que antes a las mujeres no nos dejaban ni ver las competencias”, señaló.
Así, Basilio se enfocó en portar la antorcha en el estadio Olímpico Universitario y subir los 92 escalones, para así dejar plasmada una imagen que se ha recordado por 50 años, además
Estaba muy joven y recuerdo que subí nerviosa todas las escaleras para prender el pebetero”
Me vieron correr y les agradó; la verdad, yo no imaginaba ser la encargada de subir”
Sabía que no tenía ninguna posibilidad de ganar, un año no es suficiente para competir y ganar” ENRIQUETA BASILIO Ex velocista mexicana
que la ex deportista era consciente de que en cuanto a un resultado deportivo no dejaría huella. En esa justa olímpica, Enriqueta participó en tres pruebas: 400 metros planos, 80 con vallas y relevo 4x100 planos.
En los 400 metros se ubicó en el sitio 24, en los 80 con vallas, en el 25, mientras que en el relevo participó con Esperanza Girón, Alma Martínez y Mercedes Román, y en esa prueba lograron el lugar 12 de 14 relevos participantes.
“Sabía que no tenía ninguna posibilidad de ganar, un año
no es suficiente para competir y ganar, pero aun así estoy muy contenta y orgullosa de todo lo que he hecho”, indicó.
Al paso de los años, Basilio ha sido invitada por las autoridades deportivas para encender cada año el pebetero, y en todo ese tiempo se ha dado cuenta de que las nuevas generaciones no conocen o incluso no se han enterado de que en México se celebraron unos Juegos Olímpicos.
“La nueva generación no sabe que hubo unos Juegos Olímpicos aquí, que fue un recorrido para la paz y el deporte, y que hubo muchos problemas sociales. Al hacer esos recorridos, la gente no sabe que en México fue la primera vez que se realizan unos Olímpicos en Latinoamérica, e incluso no conocen a los medallistas olímpicos. Los padres de familia y los abuelos deben apoyar para que se sepa de esta historia. Nosotros tenemos la culpa de que esto sea así. Este país tiene mucha historia”, sentenció.
Tras su retiro como deportista, Enriqueta fue diputada federal en el periodo 2000-2003 por elección plurinominal, por el Partido Revolucionario Institucional, y actualmente es miembro permanente del Comité Olímpico Mexicano.
La ex velocista también portó la antorcha olímpica en el relevo de la edición especial de Atenas 2004 que se hizo en la Ciudad de México.
Hoy en día, Queta Basilio se encuentra delicada de salud por una enfermedad crónica. Es madre de tres hijos: Mario, Enriqueta y Óliver, y tiene una nieta: Constanza.