Casas de empeño, negocio en plena reconfiguración
La regulación más estricta que enfrenta el sector ha hecho que el número de unidades haya caído de casi 10 mil a alrededor de 7 mil
Cuando las finanzas se salen de control las casas de empeño son un aliado de las familias para tener liquidez inmediata y hacer frente al gasto diario. En México, el número de empresas de este tipo llegó a estar en cerca de 10 mil; sin embargo, una regulación más estricta ha provocado una depuración profunda, al grado de que se han reducido a aproximadamente 7 mil.
María de los Ángeles Jasso, subprocuradora de Servicios de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), explicó que con el mercado de casas de empeño se ha ido reconfigurando debido a la mayor supervisión que ha ejercido la dependencia la cual, tiene como objetivo terminar con los altos índices de informalidad que se registran en el sector.
La Profeco advierte que estos negocios, donde la gente acude a empeñar diversos objetos a cambio de dinero, se distribuyen en las 32 entidades del país; sin embargo, se sabe que existe un grupo que no tiene respaldo de la autoridad para operar, es decir, lo hacen en la ilegalidad, por lo que la gente debe tener cuidado.
De enero a junio de este año, las quejas a este sector sumaron 491 respecto a las 691 reportadas en el mismo periodo de 2017, es decir, una disminución de 29 por ciento.
Los tres principales motivos de las reclamaciones por parte de los usuarios son la negativa del establecimiento sobre la entrega del producto o servicio (179), cambio o devolución de la prenda (89) y pago de la devolución de depósito por producto empeñado (35).
La estadunidense First Cash, considerada una de las casas de empeño con mayor presencia en América Latina, reportó en el periodo referido el mayor número de quejas, con 113, es decir, 23 por ciento del total, a la que le sigue EZPA WN Management México, conocida como Empeño Fácil, con 46 reclamaciones; después están Nacional Monte de Piedad, con 41; Fundación Rafael Dondé, con 29 y Maxi Prend, con 26.
Del total de quejas se logró la conciliación en 85 por ciento de los casos. Respecto a la informalidad que aqueja al sector, los investigadores de la Universidad Iberoamericana Pablo Cotler y Rodrigo Carrillo realizaron a petición de la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Prendarios (Amespre) un estudio del sector que reveló la existencia de 10 mil 500 casas de empeño, de las cuales cerca de 22 por ciento eran informales, es decir, 2 mil 300.
En este contexto, De los Ángeles Jasso sostuvo que, según el artículo 65 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, este tipo de establecimientos no puede operar si no cuenta con una inscripción en el Registro Público de Casas de Empeño (RPCE), así como con su respectivo refrendo anual. “Nosotros emitimos una constancia impresa en papel de seguridad que contiene un número único de identificación y un código QR para verificar su autenticidad, el cual no puede ser transferible; debe mantenerse siempre visible en el establecimiento autorizado, además de que se establece la fecha de registro con la vigencia del mismo”, detalló.
Según la subprocuradora, con el objetivo de reducir el número de establecimientos que operan sin estar inscritos en el registro, se llevan a cabo brigadas de verificación. “Las sucursales que no operan con formalidad se hacen acreedoras a una sanción que va desde clausura total o parcial del establecimiento o a una multa que puede llegar hasta los 4 millones de pesos”, manifestó. Ante la falta de acceso a los productos financieros, la población opta por acudir al sector prendario en caso de una emergencia; no