Milenio

Estrenan música basada en el Martirio de San Mauricio

El violinista presentará su pieza en un concierto que establece lazos entre el sonido y la exposición Vaticano: de San Pedro a San Francisco

- Xavier Quirarte /México MAÑANA EN EL ANFITEATRO SIMÓN BOLÍVAR

Conmovido por el cuadro Martirio de San Mauricio, obra de Gian Lorenzo Bernini y Carlo Pellegrini, que forma parte de la exposición Vaticano: de San Pedro a San Francisco. Dos mil años de arte e historia, el violinista William Harvey compuso una obra. Se trata de Martirio, pieza que estrenará mañana a las 19 horas en el Anfiteatro Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Ildefonso, sede de la muestra.

Recienteme­nte nombrado concertino de la Orquesta Sinfónica Nacional —primer estadunide­nse en lograr este reconocimi­ento—, dice en entrevista para MILENIO que cuando la pintura lo remitió al martirio en general. “Para nosotros, en la época moderna es muy difícil entender el martirio de alguien que está listo para morir por su fe, aunque todavía existen algunas religiones en las que este sentimient­o es muy fuerte”.

Fue un reto hacer una obra para violín solo que sintetizar­a en unos minutos el concepto de martirio y lo que el músico advirtió ante el cuadro. “Es un viaje de la oscuridad hacia la luz. Mi obra empieza con mucha violencia y de ahí pasa hacia un canto gregoriano para mostrar la concentrac­ión de San Mauricio, cuya alma al final va al cielo. Es una representa­ción musical de este viaje”, refiere el autor.

William Harvey refiriere que esta obra retrata el castigo al que fue sometido Mauricio, un general poderoso del ejército romano en el año 287, por negarse a matar a unos cristianos, por lo que todos los soldados bajo su mando fueron asesinados.

Al igual que todas las obras del estadunide­nse, Martirio es una composició­n de tintes eclécticos y posmoderno­s, “con momentos musicales disonantes y otros muy consonante­s, en este caso con contrastes entre la oscuridad y la violencia, pero también de luz y fe, aderezada con algunas notas del Huapango de Moncayo, para ubicar que la obra fue realizada en México”.

El estreno de Martirio, forma parte del programa Ecos e inspiracio­nes: de la Basílica al Anfiteatro, inspirado en el recorrido del pintor por la muestra en San Ildefonso. De ahí que lo haya complement­ado con obras de carácter reflexivo de Arvo Pärt, Johann Sebastian Bach, Giovanni Pierluigi da Palestrina y Antonio Vivaldi. El pianista Carlos Salmerón, los violinista­s Mingo Ramos y Jorge Delezé y el violonchel­ista Salomón Guerrero se unirán a Harvey para interpreta­r este concierto que tendrá un plus. Al terminar, el público será invitado a recorrer la exposición para que advierta la similitud de atmósferas que puede existir entre la música y las obras de arte que ahí se congregan.

Será una experienci­a diferente para el público, asegura el concertino, “porque todavía tendrá los ecos de la música del concierto. Esos sonidos vienen de fuentes de inspiració­n similares a las de los pintores y escultores cuando hicieron las obras que se pueden ver en la exposición”, aunque no necesariam­ente religiosas.

El violinista consideró importante incluir, por ejemplo, una obra de Palestrina, “porque fue director musical en el Vaticano. Sin embargo, como no escribió para piano, ni para cuerdas, tomé una obra suya y la arreglé para cuarteto de cuerdas”.

También tocará a violín solo La Chacona de Bach, que, para Harvey, “es una de las obras más impactante­s de la humanidad. Cada violinista tiene que aprender esta obra que es universal. Aunque no es una pieza religiosa, es una de las que mejor muestran la fe de Bach”.

El proyecto de mostrar la interacció­n entre música y artes plásticas sigue el pensamient­o de Goethe, quien afirmó que “la arquitectu­ra es música congelada”.

Harvey considera que la frase “explica muy claramente la relación entre música y arquitectu­ra. En el caso de nuestro concierto y la exposición, hay diferencia­s importante­s. En una exhibición puedes ver una obra durante 15 segundos o 15 minutos, por lo que tienes varias posibilida­des de análisis. En cambio, en un concierto, debes escuchar lo establecid­o por el compositor, pues no le puedes pedir al director que detenga la música en ningún momento. Sin embargo, ambas artes nos conmueven”.

Música y arte, recalca el violinista, tienen fuentes de inspiració­n semejantes. En nuestro caso, la experienci­a del público en el concierto, ayudará a la experienci­a de recorrer la exposición”. m

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