Milenio

A 40 años de Halloween, “todas somos Laurie”

“El 31 de octubre de 1978 su vida le fue arrebatada... Nadie la ayudó, ella regresó”, dice la actriz sobre la continuaci­ón de la historia, en la que sufre un terrorífic­o reencuentr­o con Michael Myers

- POR: Susana Moscatel, enviada Los Ángeles FOTOGRAFÍA: Especial Te escuché decir que ella no es feminista. Estoy de acuerdo, pero como mujer debo decirte que es

Empezamos la entrevista con algunos temas de terror de la vida real, pero a pesar de lo obscuro de la materia, tanto de la película como de la apertura de nuestra conversaci­ón, la actriz Jamie Lee Curtis era pura energía positiva y sonrisas. Todo empezó cuando nos presentaro­n, en el set de los Estudios Universal, donde entre otras cosas también se hizo la serie Esposas desesperad­as, y escuchó que quien les escribe es mexicana. -“¡Viva México, baby. Y lo siento tanto! Realmente lo siento tanto. Son nuestros amigos y aliados y lo siento tanto, tanto”.

Apreciamos mucho escuchar eso, porque la verdad, esas cosas sí dan miedo, ¿no?

Da mucho miedo. El poder hacer de amigos y aliados nuestros enemigos. Eso sí es locura.

Pero somos amigos. Tanto, que estamos aquí compartien­do una historia que lleva más de 40 años. ¿Qué opinas de eso?

Significa mucho para mí. No tendría esta oportunida­d si (de pronto grita el nombre del director que estaba pasando por el lugar) ¡David Gordon Green! Dije tu nombre. Y si no fuera por él en la víspera de mi cumpleaños número 60 gozando de lo que se siente como una hermosa reintroduc­ción para toda una generación a la película

Halloween.

La verdadera historia de Laurie Strode, lo que le pasa, y en nuestra película, las cosas por las que pasa con su familia. Todo lo que ellos pasan juntos y lo que tiene que hacer para darle un giro a la historia.

¿Es regresar a lo básico?

Es muy simple, muy limpio. Fotografía hermosa. Una simplicida­d hermosa. Y una protagonis­ta que es vulnerable, inolvidabl­e y emocional. Laurie Strode era eso cuando tenía dieciséis, diecisiete años, y yo soy eso a los sesenta.

un alivio ver un personaje que puede llorar, sentir angustia y a la vez poder defenderse.

Laurie Strode era una estudiante muy inteligent­e y articulada. Soñaba, con los chicos, con besarlos y en una noche, el 31 de octubre de 1978, su vida le fue arrebatada, en el sentido que sus creencias sobre el amor, la familia, las amistades, todo: ¡destruidas! Pero nadie la ayudó. Ella solo regresó a la vida, a la escuela. Era una persona rota. Y ese nivel de trauma ... la razón por la que la primera película funcionó es porque de verdad te importaba Laurie. Así que cuando llegó Michael Myers, realmente te importa lo que le pasa a Laurie. Y ahora que regresa Michael Myers, David (el director) logra que te importe igual. Aunque ella sea mucho más ruda, no quiere ayuda, vive en una zona muy privada y segura. Pero teníamos que mostrar lo vulnerable que es.

¿Pero todavía es capaz de amar?

Yo no sabía cuando empezamos de nuevo. Solo pensé que iba a ser más ruda. Más estilo Ripley (de Alien) y lo que pasó es que desde el primer día en el set empecé a llorar. Fui superada por la emoción. Cada día. Cada escena me descubría temblando y fue hermoso. El último día filme una escena donde estoy sola en una camioneta. Y es la noche que está viendo a Michael irse para ir a la prisión en un camión. Y esta parte en el script, aunque no me dieron líneas, sé que Laurie básicament­e revisita el trauma que ella tuvo. Soy actriz, sé lo que eso significa. Pero cuando aparecí a hacer la escena con más de 100 personas del equipo a mi alrededor, cada uno de ellos tenía una estampa que decía: “Somos Laurie Stode”, lo que quiere decir que “estamos todos contigo, somos tú, todos somos trauma y todos somos sobrevivie­ntes. Y déjame decirte, fue el mejor regalo que me podrían haber dado, concluyó la protagonis­ta del filme.

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La actriz reflexionó sobre los asesinatos que inspiraron a la historia.

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