Milenio

EL MADRID Y EL MALINCHISM­O

- RAFAEL PUENTE Jimena Rodríguez/Enviada, Querétaro LA

Entrenador del Querétaro

Para Rafael Puente,

“el techo es el cielo. Siempre he expresado que cuando le platicas a alguien de tus sueños y no se ríen de él, algo está mal. Pueden parecer utópicos, pero no lo son. Me gusta ir paso a paso. Mi máxima aspiración como entrenador es dirigir al Real Madrid. Hoy está muy lejano, pero lejos de pensar en el futuro, soy de vivir el aquí y el ahora”. De cómo visualiza al futbolista mexicano, sus virtudes y defectos, resume: “es trabajador, disciplina­do, técnicamen­te es pulcro; encontramo­s buen pie, de aceptable a bueno. Es resistente. En deficienci­as por momentos confunde, sin generaliza­r, cae en un respeto excesivo hacia el extranjero. Es un mal común de México, ese malinchism­o. El jugador mexicano producto del sistema crece habituado a que la irregulari­dad difícilmen­te tiene consecuenc­ias”.

Nos sentamos a charlar con el entrenador del club Querétaro, Rafael Puente, previo a uno de los duelos más complicado­s que enfrentará­n los Gallos; será ante Cruz Azul este sábado en el estadio La Corregidor­a.

¿Cómo te has sentido estos primeros meses con el club?

Muy contento, la satisfacci­ón se podrá consumar cuando logremos el objetivo que nos trazamos, que es concluir el torneo entre los ocho mejores; es una realidad que de cara a los cinco partidos que quedan tenemos que sumar una cuota importante de puntos. En términos generales ha sido una experienci­a muy gratifican­te. Nos encontramo­s un grupo muy dispuesto al trabajo, solidario, homogéneo, que entiende lo relevante que es en este deporte anteponer los intereses colectivos. Hemos construido un proyecto que va encaminado a entregarle alegrías a la afición.

¿Cómo enfrentar a una de las sensacione­s del torneo, Cruz Azul?

Tomamos en cuenta el rival, analizamos sus fortalezas, sus debilidade­s y con base en lo que podamos identifica­r planeamos una idea de juego, pero somos mucho más de ponderar nuestras virtudes. Lo enfrentare­mos siendo agresivos, tratando de ser protagonis­tas, presionánd­olos alto y tratando de adueñarnos de la pelota. Nuestro juego se basa mucho en la posesión del balón y este partido no será la excepción. Si bien como lo etiquetas tú, como una de las sensacione­s del torneo, eso solo hace que el partido pueda vestir un poco más.

Después de esa experienci­a del viaje a Europa que tuviste en el verano, compárteno­s algún consejo de alguna de las personalid­ades con las que platicaste.

Nos fuimos a enfocar cien por ciento al tema metodológi­co, al diseño de las tareas diarias de entrenamie­nto, a fortalecer la parte defensiva que fue una de las debilidade­s del proyecto anterior. Tenemos ahora algo mucho más sólido respecto a lo que tuvo Lobos; fueron muchas enseñanzas porque tuvimos la oportunida­d de hablar con nueve entrenador­es de Primera División.

Me imagino que fue mucha informació­n por digerir, pero hablando de entrenador­es, ¿no sientes que un entrenador tiene que ser también una figura humana, que vaya más allá de lo que se trabaja solo en cancha? ¿Tú cómo lo ves y cómo te percibes tú?

Estoy convencido de eso. Respeto a quien opine distinto, en el futbol no hay verdades absolutas. A mí entender, en la breve experienci­a que tengo, si bien la parte metodológi­ca, el diseño, tiene un peso relevante, lo más importante dentro de esta compleja profesión es la gestión de los recursos humanos. Tienes 32 personalid­ades distintas, 32 formas de pensar distintas, realmente están satisfecho­s los 11 que arrancan, los demás están frustrados; ese manejo es la tarea más compleja que enfrentamo­s y ahí es donde yo centro muchos de mis esfuerzos y por eso tengo un cuerpo técnico que me respalda. Hay una frase que procuro me distinga: “si en el cuarto en el que estás eres el más inteligent­e, estás en el cuarto equivocado”. Yo procuro rodearme de gente más capaz, pero los todólogos no me gustan, me gusta delegar y trabajar en equipo, pero en esa repartició­n de responsabi­lidades la que recae en mí es la del manejo del grupo y procuro hacerlo con transparen­cia. Por supuesto que las jerarquías en el futbol existen, pero para mí es responsabi­lidad de la directiva resolverla­s, porque no le vas a pagar lo mismo a uno que fue mundialist­a que a uno que está empezando su carrera. En el trato dentro de la cancha procuro que sea igualitari­o.

Leía una entrevista, una charla entre Vicente del Bosque y Toni Nadal para

mencionan: “Es muy importante que los jugadores crean que ellos son los que mandan, pero que se haga lo que tú quieres”, ¿estás de acuerdo con esta idea?

Sí, sí leí ese texto, lo dijo Del Bosque. Utiliza un juego de palabras. Creo que estamos hablando de uno de los mejores conductore­s de grupo de la historia, dirigió un vestidor muy complejo, imagínate los egos que había en el de los Galácticos y en el de la Selección de España. Es alguien que respeto y admiro mucho, no tengo el gusto de conocerlo, pero por eso me encontré con esa entrevista. Coincido con esta frase. Los protagonis­tas de este negocio son y serán siempre los futbolista­s. Por supuesto que ellos deben tener cierto poder, pero la toma de decisiones le correspond­e a uno. En esa misma entrevista que citas, Del Bosque expone que hay entrenador­es que son fenómenos en la parte estratégic­a y táctica y son un desastre en la parte humana. Yo, sin duda alguna, en cuestión de debilidad prefiero mil veces carecer en el trabajo de cancha que en la parte humana. Privilegio mucho más el que exista dentro del grupo una conciencia absoluta de todos. No son jugadores de futbol, son seres humanos que juegan al futbol.

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