Economía: T-MEC no obliga a ratificar convenios laborales
Los aranceles de EU a acero y aluminio serán revertidos tras elección, confía Larry Rubin
El impacto del nuevo acuerdo dependerá mucho de la cadena de suministro automotriz
Con la firma del Tratado México-Estados UnidosCanadá (T-MEC), el gobierno mexicano no está obligado a ratificar ningún convenio en materia laboral, afirmó Juan Carlos Baker, subsecretario de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía.
En un seminario de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Baker dijo que el acuerdo enmarca más puntos en materia laboral que el tratado original.
“Es un pacto que sí, efectivamente, incluye disposiciones laborales mucho más avanzadas de las que se tenían hasta el momento, y sujetas a los mecanismos de solución de controversias”, señaló.
Baker reiteró que con el T-MEC México puede entablar relaciones comerciales con China, las cuales dijo, son buenas, por lo que no hay ninguna razón para que se restringiera el intercambio.
Por otro lado, el funcionario señaló que la OMC necesita fortalecer el sistema de solución de controversias, por lo que México presentará sus propuestas este miércoles y jueves en Ottawa, Canadá, donde asistirán ministros de México, Brasil y Chile en representación de América Latina.
Por su parte, el embajador de México ante la OMC, Roberto Zapata Barradas, dijo respecto a los aranceles que Canadá y EU impusieron a diversos países, incluido México, que cada país está siguiendo su respectivo proceso ante el organismo. “Cada uno está en su propio proceso, cada uno siguiendo sus propios tiempos y desde luego, dialogando entre todos para ver si habrá el espacio de coordinación. Lo ideal para México es que no se tomen estas medidas unilaterales por parte de ningún país”.
Sobre el mismo tema, Larry Rubin, representante del partido Republicano de Estados Unidos en México, aseguró que sin importar el resultado de las elecciones de mitad de periodo que definirá el control del Congreso en EU, los aranceles a las exportaciones de acero y aluminio no tendrán futuro para después del 6 de noviembre.
Al participar en el Sexto Congreso Canacero, Rubin señaló que la Secretaría de Economía ha trabajado fuerte en el tema, con el objetivo de eliminar las medidas arancelarias. “A los grandes compradores de acero en Estados Unidos les está saliendo más caro comprarlo. Simple oferta y demanda, no pueden cubrir todo el mercado con el mismo precio, estos han subido y eso afecta a todos”, explicó.
Respecto al T-MEC, dijo que tiene la capacidad comercial de un trillón de dólares en los próximos cinco años. La calificadora Fitch Ratings señaló que el efecto a largo plazo que tendrá el T-MEC sobre el crecimiento económico de México dependerá de la forma en que las cadenas de suminis- tro automotriz respondan a los nuevos requisitos de contenido.
En un comunicado, la firma señaló que también incidirá el análisis de costo-beneficio que cada una de las empresas automotrices realice sobre la conveniencia de exportar a través del acuerdo o pagar el arancel de nación más favorecida establecido ante la OMC.
Expuso que la calidad crediticia de la mayoría de los 10 principales estados exportadores del sector automotriz y transporte es alta o muy alta en escala nacional.
“Para Aguascalientes, Guanajuato, Estado de México y Puebla es muy alta (AAs), mientras que San Luis Potosí, Tamaulipas, Nuevo León y Sonora mantienen un perfil crediticio alto (As)”, dijo.
Destacó que las principales entidades exportadoras del sector automotriz en México mantienen un perfil económico en su mayoría fuerte y favorable. “Este aspecto ha impulsado una fortaleza recaudatoria sobresaliente en estos estados. La mediana de los ingresos propios a totales para estas entidades fue de 11.8 por ciento en 2017, frente a la del grupo de estados calificados por Fitch de 7.6 por ciento”, indicó.
Recordó que en México el principal estado exportador en materia automotriz es Coahuila, que tiene una importancia alta en la economía nacional exportando 19 por ciento del total del país en 2016, correspondiente a 82 por ciento del producto interno bruto de la entidad. m