Discurso en Oslo
“El hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía leer ni escribir... Era mi abuelo”. “Ayudé muchas veces a mi abuelo Jerónimo en sus andanzas de pastor, cavé muchas veces la tierra del huerto anexo a la casa y corté leña”. [“Escribiendo por primera vez sobre mi abuelo y mi abuela tuve conciencia de que estaba transformando las personas comunes que habían sido en personajes literarios”.