El aniversario de Joaquín López-Dóriga
Los periodistas en México nos rechazamos, nos traicionamos, nos metemos el pie. Somos uno de los gremios más sucios que existen.
Sí, de repente hay tres o cuatro grupos de gente que socializa pero eso no nos convierte en una comunidad. Al contrario, es una invitación a la grilla, a ver quién le gana a quién.
Por eso cuando nos quitan nuestras tribunas casi nadie se solidariza. Por eso nos amenazan. Por eso nos matan.
¿Sabe usted lo que es celebrar los 50 años de periodista de Joaquín López-Dóriga en semejante contexto?
Es un acontecimiento, un milagro, algo que se tiene que decir.
Primero, porque se necesita una vocación de oro para sobrevivir durante cinco décadas en este oficio.
Segundo, porque estoy convencido de que Joaquín LópezDóriga es la bioserie que México está esperando.
Las cosas que ha pasado este grandioso reportero son de un valor maravilloso, algo verdaderamente aleccionador.
Ojalá que alguien esté considerando con seriedad su producción. Joaquín se lo merece. Pero el pueblo, más.
¿Se imagina usted la lectura política, la mediática, la humana? ¿Se imagina usted la cantidad de acontecimientos históricos que desfilarían por ahí?
Y tercero, porque el teacher es uno de los hombres más generosos de toda la industria de la televisión mexicana, una bioserie institución en toda la extensión de la palabra.
Ayer, en el legendario edificio de la Lotería Nacional en el Centro Histórico de Ciudad de México, se le hizo un homenaje al creador de Si me dicen, no vengo por sus 50 años de carrera, tuve el honor de estar ahí y todavía no quepo en mí de la emoción.
Jamás había visto que se celebrara la trayectoria de un periodista mexicano de semejante manera, con una exposición tan hermosa, con tantos invitados especiales pero, sobre todo, con esa sensación de éxito.
Joaquín, a sus más de 70 años, está en el mejor momento de su vida, estrenando programas, con más energía que la mayoría de los periodistas jóvenes de este país.
Celebrar sus 50 años de periodista no es celebrar algo que haya terminado. ¡No! Es celebrar algo que se sigue construyendo, que sigue triunfando, que sigue marcando agenda.
¿Ahora entiende mi entusiasmo? Lo de ayer fue un acontecimiento histórico, una fiesta fuera de serie, un ejemplo, una inspiración.
Y si consideramos que en este país lo que menos se festejan, los que menos se juntan, son los periodistas, pues más. ¿O usted qué opina? Anoche sucedió algo increíble: se presentó The Dopamine Effect.
¿Qué es esto? ¿Qué tiene de importante?
The Dopamin Effect es el corto de presentación de Dompamine, la casa productora de televisión premium de Grupo Salinas.
La importancia de este evento radica en la parte de los mensajes.
Como usted sabe, en los últimos años media humanidad ha sacado casas productoras y todas han prometido una cantidad y calidad de series que ni BBC y HBO, juntas, podrían sacar.
Y, penosamente, cuando lo han hecho, han caído en los mismos lugares comunes: videos corporativos austeros, huecos, hecho por las mismas manos de siempre.
The Dopamin Effect es algo que jamás se había hecho, un cortometraje con un presupuesto monumental, lleno de símbolos, con lo último de lo último de las tendencias técnicas y editoriales del mundo y, lo más impresionante de todo, realizado por un muchacho muy joven de nombre Jorge Barreda.
¿A qué refiero cuando le hablo de mensajes?
A que esta compañía de Benjamín Salinas nos está diciendo que tiene con qué, que existe una propuesta en materia de contenidos, que su nivel no le pide nada a nadie y, lo más maravilloso, que sus directivos creen en los jóvenes.
No se trata nada más de decirlo, se trata de hacerlo, de demostrarlo, de abrirle las puertas a la gente nueva, buena y Jorge ha resultado ser una revelación.
Ojalá que usted, como todos los que fuimos a esa presentación, pueda ver este material y apreciar esos escenarios mexicanos, esas secuencias submarinas, ese manejo de las imágenes, de la música. ¡Está increíble!
Fidela Navarro, la CEO de Dopamine, acaba de marcar un antes y un después en la historia de las estrategias de comunicación y mercadotecnia de las casas productoras mexicanas.
Y si así estuvo el corto de presentación, no me quiero ni imaginar cómo van a estar las series de producción propia que están haciendo y que se van a estrenar próximamente.
Cuando acudo a esta clase de eventos, recupero la esperanza en la televisión mexicana. Me siento muy feliz de que por fin alguien se haya atrevido a hacer más, a dar más.
Busque todo lo que pueda sobre Dopamine en sus diferentes redes sociales y espere los títulos que estos señores van a presentar en los próximos meses, en los próximos años.
La televisión premium se cocina a fuego lento y algo me dice que ahí pudiera ocurrir algo sorprendente, fundamental. ¿A poco no? ¡Felicidades!