Satisfecho con la victoria
El finlandés Kimi Räikkönen rompió el domingo con una sequía de más de cinco años sin triunfos en Fórmula Uno, después de llevarse la victoria en el Gran Premio de Estados Unidos, con su compañero en Ferrari, el alemán Sebastian Vettel con un problema desde la primera vuelta, y el británico Lewis Hamilton (Mercedes) más conservador de lo normal con la mira puesta en el campeonato.
El piloto de 39 años no subía a lo más alto del podio en Fórmula Uno desde Australia, en el arranque de la campaña 2013, cuando militaba en el equipo Lotus, y al hacer un balance sobre lo sucedido se mostró satisfecho.
“Fue un buen resultado y una buena carrera, tuvimos que pelear por ella, no llegó de forma sencilla. Fue una competencia emocionante, esperemos que este fin de semana sigamos fuertes, el resultado lo veremos el domingo, pero haremos lo mejor”, explicó.
El finlandés, serio y de voz baja, no acostumbra a demostrar sus emociones sobre la pista, pero reconoció que después de estar tantos años sin imponerse, tuvo un momento de celebración junto a sus más cercanos. “Estaban muy contentos cuando hablamos, tuvimos una pequeña fiesta, pero toma mucho tiempo recuperarse en estos días, así que eso no fue lo mejor, pero la primera parte siempre es divertida, no fue para tanto, solo unos amigos y ya”.
Kimi vive su mejor temporada desde su regreso a Ferrari, donde se coronó en 2007, y marcha en el tercer puesto del campeonato de pilotos, con 221 puntos, solo por detrás de Hamilton y Vettel, con nueve podios, además del triunfo en el Circuito de las Américas, pero vive su año de despedida de la Scuderia, ya que la próxima campaña estará en Sauber.
“Hemos avanzado y no veo mucho caso en hacer un balance de lo que hemos hecho, no cambiará nada y veremos cómo terminaremos, no es lo que queríamos, pero hicimos lo mejor, tal vez cerraremos terceros, cuartos, o un poco detrás, no es lo ideal, pero pudo ser peor”, analizó.
Sobre las posibilidades de encadenar victorias, con un triunfo en México, Räikkönen afirmó que tanto Mercedes como Ferrari y Red Bull han competido en los últimos tres años en el Hermanos Rodríguez, por lo que todo es posible.